El probable futuro alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, aseguró ayer que una de las "primeras satisfacciones" que tendrá cuando asuma el cargo será destituir a una tránsfuga. La víctima, según dijo, será Maruja Sánchez, trabajadora municipal que, con su voto, permitió en 1991 que el expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana accediera a la alcaldía de Benidorm.

Navarro --exportavoz del Grupo Socialista-- será aupado como alcalde la semana próxima, cuando prospere una moción de censura contra el actual alcalde, Manuel Pérez (PP), con el voto de 12 concejales de su grupo y el del tránsfuga popular José Bañuls. En una charla con internautas en el diario Levante , Navarro se mostró seguro de que encontrará la "colaboración" de la estructura de los socialistas en el ayuntamiento para gobernar.