El caso de los dos etarras condenados ayer suscitó en su día una bronca judicial. El Consejo General del Poder Judicial archivó diligencias informativas abiertas al juez Baltasar Garzón porque en su libro Un mundo sin miedodijo que ETA, según datos policiales, no buscaba una matanza en la estación de Chamartín. El Gobierno de Aznar también utilizó ese atentado frustrado para justificar que acusara a ETA de haber provocado el 11-M.