El juez Baltasar Garzón ha pedido al Tribunal Supremo que anule los escritos de las acusaciones populares contra él por investigar las desapariciones durante el franquismo al estimar que el magistrado instructor de la causa, Luciano Varela, les ha dado "oportunidades atípicas y extraprocesales".

Así consta en el escrito presentado hoy en el Supremo por el abogado de Garzón, Gonzalo Martínez-Fresneda, en el que acusa a Varela de haber realizado "una labor más próxima a una asesoría o consejo jurídico" por haber concedido el plazo de un día -que finalizó ayer- a Falange Española de las JONS, Libertad e Identidad y Manos Limpias para corregir varios defectos de sus escritos de acusación.

El pasado miércoles, Varela acordó en un auto y en una providencia dar un plazo de veinticuatro horas para que Falange corrigiera su escrito por contener "múltiples valoraciones" y para que Manos Limpias y Libertad e Identidad excluyeran varios párrafos del suyo "por incluir hechos ajenos a los que constituyen el objeto del proceso".

PETICIÓN AL SUPREMO

No obstante, hoy el magistrado ha expulsado del proceso a Falange Española de las Jons por no haber "atendido" a su requerimiento de corregir su escrito de acusación. En su recurso de apelación por nulidad de actuaciones presentado hoy por su abogado, Garzón pide al Supremo no sólo la nulidad de ambas resoluciones, sino también de los escritos inicialmente presentados por las acusaciones y todos los que puedan registrar en el futuro ya corregidos.

Sostiene que "la intervención del instructor no se encuentra amparada en ningún precepto de la normativa procesal vigente y es manifiestamente ajena a las normas esenciales del procedimiento". Añade que la "labor de purgación" realizada por Varela conllevó, en el caso de Manos Limpias, que suprimiera dos tercios de sus páginas, "lo que da idea de la relevancia de los defectos encontrados".

INTERVENCIÓN PARCIAL

Considera por ello que Varela "ha asumido funciones de parte al prestar su colaboración respecto a la redacción" que el colectivo debía dar a su escrito, por lo que su intervención "no solo es material sino que es parcial" porque vulnera "la imprescindible neutralidad e imparcialidad que debe presidir" el trabajo de un instructor y ello lesiona la propia presunción de inocencia.

Lo que pretende el juez, continúa, es que se presenten unos escritos con otro contenido distinto "con otros argumentos de cargo que sean, a su juicio, más oportunos, menos dispersos, más concretos" y, "en definitiva, más eficaces para sostener su postura". "Dar oportunidades atípicas y extraprocesales a una de las partes no es algo neutral o que afecte al resto de los intervinientes; perjudica al resto", afirma Garzón.