La pertinaz Timoshenko está a punto de llevarse el gato al agua una vez más y recuperar el poder en Ucrania, gracias a su populismo reivindicativo y al fracaso económico de Yuschenko. Ahora, el presidente tiene que aceptar como primera ministra a la misma que expulsó de ese puesto o sellar una alianza contra natura con su enemigo tradicional, Yanukovich. Pero el triunfo de la dama de hierro ucraniana no augura nada bueno, pues buscará el enfrentamiento con Rusia y tratará de imponer el estilo de gobierno demagógico e intrigante que dinamitó la coalición naranja.

*Periodista.