La defensa del general de Sanidad Vicente Navarro, principal acusado en el juicio por las identificaciones erróneas de 30 de los 62 cadáveres de los militares muertos en el accidente del Yak-42, ha asegurado hoy que quienes tenían prisa "por quitarse de en medio esos cadáveres" eran las autoridades turcas.

Así lo ha manifestado Ramiro Guardiola en la novena y última sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional y en el que, además de Navarro, se sientan en el banquillo el comandante médico José Ramírez y el capitán médico Miguel Sáez, todos acusados de un delito continuado de falsedad documental.

Guardiola ha acusado además a los forense turcos de "hacer desaparecer" la bolsa número 42 "porque ya no servía para nada, ya que tenían los 74 cuerpos", los de los 62 militares españoles y la tripulación de 12 ucranianos muertos el 26 de mayo del 2003 en Trebisonda (Turquía).

Versiones contradictorias

"Mucho nos tememos que quienes tenían prisa por quitarse de en medio esos cadáveres eran las autoridades turcas", ha sostenido el letrado durante su informe final, contradiciendo así lo expuesto ayer por el teniente fiscal Fernando Burgos, quien señaló que falsearon las identificaciones con una "invención" porque había "mucha prisa" en repatriar los cuerpos.

Prueba de ello, según ha explicado Guardiola, era que los funerarios que enferetraron los cadáveres preguntaban al equipo español "cómo iban" y "eso no conecta con un equipo que tiene prisa por recuperar los cuerpos".

Cambalache de restos

Según ha apuntado, la actuación "anómala e ilícita" de los forenses turcos se tuvo que producir en el "cambalache de restos y cuerpos" que había entre la tarde del 26 y la mañana del 27, periodo en el que estos forenses examinaron los cuerpos.

"Poca credibilidad se puede dar a los fiscales y forense turcos", ha recalcado el letrado, que ha añadido que las listas y las notas de campo de Navarro no tienen valor probatorio porque "no están en autos".

El letrado ha insistido en que las identificaciones realizadas por el general Navarro, "que no obtenía ningún beneficio con falsearlas", fueron correctas, "con independencia de que la entrega de 30 cadáveres no fue correcta en la morgue".