Por si había alguna duda de que el "cambio de ritmo" del nuevo Gobierno va a incluir la financiación autonómica pendiente, ayer la nueva vicepresidenta segunda, Elena Salgado, y el titular de Política Territorial y vicepresidente tercero, Manuel Chaves, acordaron colaborar de forma activa para resolver el encaje del nuevo sistema de reparto de recursos públicos entre la administración central y las comunidades autónomas.

Salgado y Chaves se entrevistaron ayer por espacio de algo más de una hora. Fue una primera reunión de trabajo enmarcada en la ronda de contactos que viene manteniendo la nueva vicepresidenta del área económica para conocer las prioridades en diversas áreas ministeriales. La intención conocida del Gobierno es presentar definitivamente el nuevo modelo de financiación en una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que reúne a los responsables de Economía de las autonomías de régimen común. Una convocatoria que se producirá una vez se constituya el nuevo Gobierno gallego del PP, a la espera de lo que ocurra con Cataluña.

AYUNTAMIENTOS, PENDIENTES También la financiación de las entidades locales es un asunto pendiente que abordaron en su entrevista los dos vicepresidentes, así como el nivel de ejecución del Fondo Estatal de Inversión Local de 8.000 millones de euros para tratar de generar puestos de trabajo. Por cierto, que respecto a la mejora de la financiación de los ayuntamientos, el PSOE se comprometió a que el Gobierno presentará antes de verano un proyecto de ley para incrementar la inyección económica que recibe la administración municipal. Un proyecto que iría acompañado de un reconocimiento de las competencias que ejercen los ayuntamientos sin tenerlas legalmente reconocidas ni sufragadas.

Por su parte, la nueva ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, también elevó ayer un compromiso en relación con las comunidades autónomas: acelerar la aplicación de la llamada ley de dependencia.

En Leganés, Jiménez anunció la convocatoria en breve del Consejo Interterritorial de Dependencia para acordar los niveles de inversión previstos en cada autonomía. Jiménez hizo ayer un llamamiento a la colaboración entre administraciones para hacer más breves los plazos de concesión de ayudas previstas en la ley vigente.

GRANDES OBRAS AUN EN EL AIRE Por otra parte, el nuevo ministro de Fomento, José Blanco, y Chaves repasaron el viernes los plazos y perspectivas del plan de grandes infraestructuras pendientes de invertir por parte de Fomento en los próximos años. Y es que la intención del nuevo Gobierno, definido por Zapatero como el que va a dar un nuevo ritmo a la lucha contra la crisis, es demostrar una mayor agilidad en la tramitación y ejecución de las infraestructuras públicas, una de las palancas con las que el Gobierno quiere tratar de combatir la recesión y tratar de generar actividad económica y empleo.

Pero a esta pretendida velocidad de crucero le ha aparecido un primer imprevisto de consideración. Salgado no podrá dar continuidad al equipo ministerial de su antecesor, Pedro Solbes, como estaba previsto. Pese a que desde el Gobierno se había dado a entender que el "nuevo ritmo" que se quería imprimir a la política económica no supondría cambios de rumbo ni drásticas decisiones internas en el equipo económico del Gabinete, lo cierto es que tan solo 24 horas después de la toma de posesión de Salgado, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, anunció el jueves su dimisión por "razones personales".