Por primera vez, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se ofreció públicamente ayer a EEUU para acoger presos de Guantánamo (Cuba). El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, afirmó que el Ejecutivo tiene "buena disposición para ayudar a la Administración norteamericana" en el cierre del penal, uno de los primeros leitmotiv de Barack Obama.

Moratinos anunció la voluntariedad del Gobierno el día siguiente de que el Parlamento Europeo instara a los países miembros a acoger a los reclusos, aunque algunos países, como Portugal, Francia, Italia y Finlandia, ofrecieron su ayuda a Washington abiertamente hace meses por decisión propia. El Gobierno español no se había atrevido a dar ese paso hasta ahora, a pesar de que lo tenía decidido hace semanas, como adelantó este diario el 25 de diciembre.

Según fuentes diplomáticas, Zapatero ha estado siempre convencido de la necesidad de colaborar con el nuevo Gabinete demócrata en el desmantelamiento de un centro que, a su juicio, "nunca debería haber existido", mientras que Moratinos se había mostrado, hasta ayer, más prudente. El 16 de diciembre, el ministro de Exteriores incluso llegó a decir que EEUU tenía "mala conciencia" por "ese pecado mortal" y censuró que ahora intentara "trasladar el problema a los demás".

EL PAPEL DE AFGANISTAN El cierre de Guantánamo, un proceso que se alargará durante meses hasta que la Administración estadounidense consiga desentrañar la situación legal de cada uno de los 250 arrestados, coincidirá con el impulso que Obama quiere proporcionar a la lucha contra los talibanes en Afganistán. Esta conjunción ha hecho pensar en el seno del Gobierno español que el ofrecimiento de acoger presos puede compensar la negativa de aumentar las tropas españolas en Afganistán. Sin embargo, fuentes estadounidenses creen que ese contrapeso no es posible.

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) ya han solicitado estudios sobre las cuestiones políticas, legales y de seguridad que supondría la llegada de los presos al territorio común, y siguen a la espera de que la Administración norteamericana curse la solicitud oficial. Esa petición formal, según explican fuentes diplomáticas, se recibirá probablemente a través de Bruselas. El Gobierno considera que los Veintisiete tendrían que hacer un esfuerzo para conseguir una posición común en este asunto.

Los puentes que el viejo continente y EEUU quieren crear podrán visualizarse el próximo sábado en Múnich (Alemania), donde se celebrará la Conferencia de Seguridad anual.