España intentó ayer zanjar la polémica con Venezuela por la supuesta colaboración de su presidente, Hugo Chávez, con ETA. Pero el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero logró su objetivo a medias, ya que en el comunicado conjunto firmado por ambos gobiernos no hay ninguna referencia al auto de la Audiencia Nacional, conocido el lunes, y origen del rifirrafe diplomático. El documento sí recoge, sin embargo, que el Ejecutivo del país caribeño "refuta y desmiente las informaciones publicadas sobre una supuesta colaboración con la organización terrorista", como si la controversia se debiera a la investigación de algún medio de comunicación y no al auto del juez Eloy Velasco.

EXPLICACIONES DE MORATINOS El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, puntualizó que la referencia a las "informaciones publicadas" se debe al conocimiento público del auto judicial y subrayó que el comunicado conjunto es el mensaje que "la sociedad española estaba esperando: la condena sin paliativos del terrorismo por parte de Venezuela".

En la nota, Venezuela condena el terrorismo "en todas sus formas y manifestaciones" y rechaza la "supuesta colaboración con la organización terrorista ETA, cuyas actividades rechaza sin paliativos".

El jefe de la diplomacia española anunció que el juez Velasco "aclarará" algunos puntos del auto a partir de mañana y "en los próximos días" el texto se enviará a Venezuela. Y comunicó que, una vez que Caracas tenga conocimiento de la resolución, viajará al país el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez.

Por su parte, el portavoz de Exteriores del PP en el Congreso de los Diputados, Gustavo de Arístegui, reclamó ayer al Gobierno que respete "las decisiones judiciales", en referencia al auto dictado por Velasco. Arístegui instó al Gobierno a "examinar en profundidad" el "vínculo diabólico de Venezuela, la guerrilla colombiana de las FARC y ETA" en lugar de "erigirse en abogado defensor del régimen venezolano".

ARGUMENTO RECURRENTE El ataque a los medios de comunicación es una constante en Chávez. El martes, cuando comentó su supuesta connivencia con ETA, dijo que la investigación ordenada por el juez de la Audiencia Nacional era parte "del juego de la extrema derecha europea y del mundo".