El Gobierno asume que su gestión del proceso de paz fue imperfecta. En concreto, que se equivocó al dar por buena la información que le trasladó el interlocutor de los terroristas sobre los planes inmediatos de ETA, en los que nunca mencionó la posibilidad de cometer un atentado. José Luis Rodríguez Zapatero reunió ayer por espacio de tres horas a un gabinete de crisis para encauzar la acción del Gobierno en los próximos días. Del cónclave salieron dos decisiones inmediatas, según fuentes conocedoras de la reunión: la comparecencia del presidente ante el Congreso en dos semanas --previsiblemente el lunes 15-- y la orden de redoblar esfuerzos para que ese pleno extraordinario sea de consenso.

Ya a primera hora de la mañana, el número dos del PSOE, José Blanco, dio las primeras indicaciones de que Zapatero no rehuirá la autocrítica. "La información que tenía el Gobierno no se correspondía con la voluntad de ETA", reconoció Blanco, que inmediatamente apuntó a "un problema de información o de interlocución con ETA", en alusión a las personas que, en nombre de la banda, ocultaron que se avecinaba una sangrienta ruptura del alto el fuego.

REPASO DE ERRORES La misma sensación dominó la reunión en la Moncloa, en la que no faltó el repaso a los posibles errores cometidos como primer paso para enmendarlos en el futuro. La información conocida ayer sobre la conexión entre el zulo con explosivos hallado el 23 de diciembre en Vizcaya y la bomba de Barajas evidencia que pudo haber fallos en los servicios de información a la hora de valorar los indicios de que la banda se estaba preparando para un atentado.

Zapatero se reunió con la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega; los ministros de Exteriores e Interior, Miguel Angel Moratinos y Alfredo Pérez Rubalcaba; el director general del CNI, Alberto Saiz, y el jefe de Gabinete del presidente, José Enrique Serrano.

ATUTXA, ABSUELTO Mientras tanto, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) considera que Juan María Atutxa no desobedeció al Tribunal Supremo al no disolver en junio del 2003 el grupo Sozialista Abertzaleak cuando era presidente del Parlamento de Vitoria, según el fallo absolutorio, fechado el 19 de diciembre y difundido ayer. La decisión se basa en la convicción de que Atutxa no halló una fórmula legal que le permitiera disolver al grupo, por lo que no contradijo la voluntad del Tribunal Supremo.

Por otra parte, la conservadora Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) informó ayer de que no se sumará a la marcha de repulsa del atentado de Barajas que ha convocado la Federación Nacional de Asociaciones de Ecuatorianos de España (FENADEE) para el próximo sábado, día 13, en Madrid porque no está previsto que ataque al Gobierno de Zapatero.