Cuando se van a cumplir dos meses del alto el fuego decretado por ETA el 23 de marzo pasado, el Gobierno posee datos para afirmar que "el proceso tiene bases sólidas" y ya prepara el escenario político para iniciar la negociación con ETA. Así lo manifestó ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en su primera comparecencia en la comisión correspondiente del Congreso, en la que anunció una reunión con el PP en el marco del Pacto Antiterrorista.

En su exposición inicial, Rubalcaba sembró la duda sobre la credibilidad del alto el fuego cuando, después de afirmar que "el proceso es serio y será largo, duro y dificil", subrayó que "tiene un punto de partida al que todavía no hemos llegado: alcanzar la convicción de que ETA quiere poner fin a la violencia".

"¿Eso significa que no se creen el alto el fuego?", le preguntó Begoña Lasagabaster, de Eusko Alkartasuna (EA). "Ya vemos que su fe no es muy alta", apuntaló el peneuvista Emilio Olabarria. Entonces el titular de Interior concretó que "el proceso de verificación no ha terminado, pero las cosas van en su tiempo y los informes que tenemos indican que van bien".

PROXIMOS PASOS Según Rubalcaba, el proceso de verificación es "solvente y riguroso" y "acabará en poco tiempo". Entonces el Ejecutivo, que mantiene contactos fluidos con todos los grupos políticos, convocará la reunión del Pacto Antiterrorista con el Partido Popular y compartirá después la información y la estrategia con los demás grupos en la comisión de secretos oficiales. En este punto, Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, se erigió en portavoz de los partidos que en su día reclamaron la sustitución del pacto bilateral antiterrorista por uno más amplio, pero acabó asumiendo la vía de dicha comisión.

El ministro manifestó su deseo de que esa comisión no solo sirva para compartir información, sino también para "elaborar la estrategia a seguir" antes de que José Luis Rodríguez Zapatero comparezca en el Congreso para poner en marcha la resolución aprobada hace un año e iniciar la negociación con ETA. También propuso que esa comisión aborde la situación de los 491 presos etarras.

DESCONFIANZA La portavoz del PP, Alicia Sánchez Camacho, manifestó su desconfianza hacia el proceso y cuando el ministro le aseguró que "no habrá precio político" y le informó de que el incendio de la ferretería de un concejal de UPN "no rompe el alto el fuego porque no es imputable ni a ETA ni a Batasuna", contrarreplicó con un ataque personal "porque usted realizó unas declaraciones ante el anuncio de tregua invitando al PP a sonreír, y eso si que no se lo perdonamos", dijo.

De las nuevas medidas que el ministro del Interior pondrá en marcha destaca un registro común y único de investigaciones antiterroristas y la ley de retención de datos electrónicos.