El Gobierno redobló ayer, ante el atentado etarra en Durango, el tono de firmeza con el que recibió en junio la constatación formal de que ETA había roto la tregua. "Seguiremos trabajando para que, tarde o temprano, todos los terroristas y quienes les amparan terminen en la cárcel", dijo ayer la vicepresidenta al término del primer Consejo de Ministros tras las vacaciones. Solo un aviso, porque María Teresa Fernández de la Vega reconoció que, por ahora, el Gobierno no puede ilegalizar a ANV. Pero advirtió de que extremará la vigilancia para actuar contra la formación o aquellos que den un paso en falso.

El Gobierno se estrenaba después de tres semanas de asueto con una bomba en Durango (Vizcaya). La primera tras el fin del alto el fuego, el 5 de junio. No hubo muertos, solo dos guardias civiles heridos leves.

"Todos éramos conscientes de que ETA quería y podía intentarlo en cualquier momento; por eso se han puesto todos, absolutamente todos, los medios para evitarlo", dijo la vicepresidenta.

EXITOS POLICIALES El Gobierno hizo hincapié en recordar los éxitos policiales del verano para poner de manifiesto que cumple su palabra de tratar con mano de hierro a los terroristas. Pero reconoció que nunca se está totalmente a salvo de quien quiere "imponerse por la fuerza de las armas y de la violencia". La víspera, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificaba de "mal augurio" el "silencio" de Batasuna, y lo interpretaba como el siniestro preludio de un zarpazo de ETA.

El titular de Interior ya advirtió el jueves de que a Batasuna le "iría mal" tras un atentado. Así pues, la vicepresidenta utilizó ayer varias veces la palabra "cárcel" como la "única alternativa" que espera a quienes "usen o amparen" la violencia. Pese a que ANV es el único partido legal que no condenó el ataque, De la Vega reconoció que el Gobierno no podrá por ahora instar su ilegalización.

Ahora bien, advirtió ayer el Ejecutivo, si "alguien traspasa" aunque sea "mínimamente" la frontera que señala el Constitucional para instar la ilegalización de un partido político, la maquinaria del Estado actuará de forma "diligente e inmediata". Mientras logran pruebas para actuar contra ANV, De la Vega calificó de "indecente" la actitud de los aberzales radicales, que una vez más fueron los únicos que no condenaron el atentado.

´OPORTUNIDAD´ PERDIDA Es más, hasta se permitieron culpar al Gobierno por desaprovechar la oportunidad que ofreció la tregua. Para Pernando Barrena, portavoz de Batasuna, el máximo responsable de la ruptura del alto el fuego de ETA es Rubalcaba que dio un "no rotundo" a la oferta etarra de "desarme definitivo". Al ministro del Interior le culpa Barrena de haber "escurrido el bulto" ante la "responsabilidad histórica" de negociar con la banda. Y de "amenazar" al entorno aberzale por decir que "le irá mal" si ETA actúa.

Nadie compartió las tesis de Barrena. De hecho, todos los partidos coincidieron en exigir a Batasuna y ANV que condenen el atentado. José Blanco, número dos del PSOE, les invitó a "pasar de las palabras a los hechos" para tener "mínima credibilidad".

El PP reclamó firmeza al Gobierno para que los terroristas pierdan "toda esperanza de conseguir ningún objetivo político", dijo Angel Acebes. Sin llegar a recuperar las críticas al Gobierno por la etapa de diálogo con la banda, el número dos del PP incidió en que deje claro a ETA que "no hay alternativa a la derrota policial". El líder de IU, Gaspar Llamazares, volvió a reclamar un pacto antiterrorista abierto a todos los partidos.