El Gobierno confía en la inmediata liberación de Alícia Gámez, una de las tres cooperantes que fueron secuestrados en Mauritania el pasado 29 de noviembre por la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), han indicado a fuentes del Ejecutivo.

La liberación de la funcionaria catalana de la Administración de Justicia, de 35 años, podría producirse junto a la de Philomene Kabourée, esposa del ciudadano italiano Sergio Cicala, también retenido, como los voluntarios catalanes, por los terroristas en la zona de Kidal, al norte de Mali.

SEGÚN DATOS DEL CNI

La confianza en la inmediata liberación se desprende de las informaciones que han transmitido al Gobierno agentes del CNI que están en la zona, así como las autoridades de los países del entorno, con los que desde el primer momento ha habido una estrecha cooperación, según las fuentes.

Otras fuentes del Ejecutivo han confirmado que la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, junto con la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, viajaron ayer a Barcelona para reunirse con la familia de los cooperantes, a quienes transmitieron los datos que tiene el Gobierno sobre la situación.

CAUTELA Y PRECAUCIÓN

A pesar del optimismo ante la liberación que -según han reconocido las fuentes- podría producirse hoy mismo, el Gobierno insiste en la cautela y prudencia necesarias en una situación de este tipo.

Si se confirmara la liberación de Alícia Gàmez, el Gobierno ha garantizado a las familias que seguirá trabajando por la puesta en libertad de los otros dos cooperantes, Roque Pascual y Albert Vilalta, secuestrados hace más de cien días por la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

LUGARES PARA LA LIBERACIÓN

Lo que se desconoce en estos momentos es dónde será liberadas las dos rehenes. Se contemplan dos posibilidades: la primera es que vuelen hacia Bamako, la capital maliana, como sucedió con el rehén francés Pierre Camatte, liberado el pasado 23 de febrero, o que sean trasladadas a Ouagadougou, la capital de Burkina Faso, donde se habría gestionado la liberación, y donde vive uno de los principales negociadores del secuestro.

EN PUNTO MUERTO

El resto de rehenes, es decir, los dos catalanes, Albert Vilalta y Roque Pascual, y el italiano Sergio Cicala, seguirían en manos de los terroristas, a la espera de que las negociaciones por su liberación avancen. Unas negociaciones que, en el caso de Vilalta y Pascual, en estos momentos están en un punto muerto depspués de que el pasado día 5 se conocieran las nuevas reivindicaciones de los terroristas.

Concretamente, uno de los negociadores enviados a la zona de Kidal dijo que Al Qaeda pedía, además del pago de un rescate, la excarcelación de un número indeterminado de presos salafistas retenidos en Nuakchott, la capital de Mauritania.