Pedro Sánchez reclamó el jueves a Mariano Rajoy, en su primer cara a cara desde que fue reelegido secretario general, que busque vías de diálogo con Carles Puigdemont, como puso de manifiesto la portavoz parlamentaria socialista, Margarita Robles, y él mismo en una entrevista. Sin embargo, este viernes el portavoz del Gobierno,Íñigo Méndez de Vigo, ha respondido que el problema es el 'president' supedita cualquier negociación a que se acepte la celebración del referéndum, lo cual hace "muy difícil el acercamiento". "Para bailar un tango hacen falta dos, si la otra parte no quiere...", ha manifestado gráficamente en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

En cualquier caso, ha insistido en que el Ejecutivo sigue abierto adialogar y ha hecho un llamamiento a la "racionalidad" del Govern, después de la presentación de la ley del referéndum, que según Méndez de Vigo "no resiste un somero análisis jurídico". El también ministro de Educación se ha burlado de esta norma al señalar que como no fija un quourum ni una diferencia mínima entre el 'sí' o el 'no', "si solo votase una persona, su voto valdría para proclamar la denominada república independiente de Cataluña".

En opinión del portavoz, esta norma "busca la ruptura de Cataluña". "Los secesionistas quieren someter a la mayoría del pueblo catalán a lo dictados de una minoría que ha perdido el sentido de las cosas y que ni si quiera escucha a las instituciones propias", ha añadido, además de destacar que "nadie sabe la autoría" del texto.

En estas circunstancias, el Gobierno descarta recurrir ante elTribunal Constitucional la norma, al no estar publicada oficialmente, y cree que Puigdemont no acudirá al Congreso a defenderla, dado que se trata de un "bodrio juridico".

Rajoy y Sánchez, según ha confirmado el portavoz, no entraron en "detalles" de cómo el Gobierno prevé impedir la celebración delreferéndum. El Ejecutivo es reacio a explicar su hoja de ruta porque, según ha manifestado Méndez de Vigo, "depende de lo que hagan los secesionistas".