ETA se anotó ayer un éxito en su batalla propagandística. El jueves envió a varias embajadas una carta en la que, amén de pedir la mediación internacional en un eventual proceso de diálogo de pacificación del País Vasco, hacía una alusión a los "derechos colectivos" de las "naciones" vasca y catalana. Con este malintencionado guiño a los promotores del Estatuto catalán, la banda sólo buscaba protagonismo político, y bien que lo logró. De ello se ocupó el Partido Popular al sentenciar que ETA "tutela" la reforma catalana, lo que motivó que el Gobierno le acusara de "dar alas" a la organización terrorista.

Transcurridos casi 30 meses desde su último asesinato, ETA ya sólo habla mediante pequeños atentados y a través de sus comunicados, diez en lo que va de año. Mientras el Ejecutivo y la mayoría de las fuerzas políticas sólo esperan que anuncie el fin de la violencia, la banda necesita reforzar su papel ante la negociación que debería resolver el conflicto vasco, pero sabe que, de cometer un asesinato, su suerte estará echada. Su último recurso, pues, es la técnica marxista de "agudizar las contradicciones". De las que, como ayer se confirmó, tanto PSOE como PP andan sobrados.

TALON DE AQUILES El secretario general de los populares, Angel Acebes, analizó el comunicado etarra como si de un documento oficial se tratara: "Lo más significativo es el apoyo al Estatut. ETA impone que Cataluña, como el País Vasco, sea una nación". Para Acebes, la banda terrorista se erige en "tutor" de la reforma catalana, pues su objetivo siempre ha sido "tutelar los procesos de ruptura y separación de España". Hasta aquí el particular análisis realizado por el exministro del Interior.

Con las declaraciones de Acebes sobre la mesa, la vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, exigió al líder del PP, Mariano Rajoy, que esté "a la altura de las circunstancias" y renuncie a usar las notas de ETA para "desgastar" al Ejecutivo. Admitía así que la banda alude al "debate en torno al modelo territorial" porque es el talón de Aquiles de José Luis Rodríguez Zapatero.

Convencida de que "poner en valor" sus escritos "da alas" a los terroristas, De la Vega remachó: "Lo único que nos quedaba por ver es al primer partido de la oposición usando un comunicado de ETA para desgastar al Gobierno. Eso no había ocurrido nunca". A De la Vega le flaqueó la memoria, pues en el 2004 el Gobierno del PP ya explotó la tregua decretada por la banda en Cataluña al vincularla a la entrevista entre Josep Lluís Carod- Rovira (ERC) y la cúpula terrorista en Perpiñán.

Pese a todo, el Ejecutivo estima que la misiva de ETA no enfría las expectativas de paz, pues aunque no anuncia el abandono de las armas, tampoco cierra ninguna puerta. Por su parte, el Ejecutivo vasco también apreció "aspectos positivos" en la nota que permiten "mantener la esperanza" sobre el fin de la violencia, pero pidió a la banda que declare una tregua cuanto antes, informa Aitor Ubarretxena.

INDIGNACION EN CATALUÑA Las palabras de Acebes provocaron una auténtica indignación en Cataluña. Después de que el secretario general del PP considerara probado que ETA es el "tutor" del Estatuto, las protestas atronaron. El líder de CiU, Artur Mas, avisó de que, mientras dirigentes como Acebes "sigan pisoteando el nombre de Cataluña", la federación no volverá a pactar con la derecha española "en toda una generación". El consejero Joan Saura (ICV) calificó las opiniones de Acebes de "inmorales y repugnantes", le definió como "un buen líder de la extrema derecha" y concluyó que sólo cabe "que dimita o que lo echen". Para el PSC, las palabras de Acebes "son indignas de cualquier demócrata", acusaba la nota. "Es una obsesión enfermiza", dijo sobre el tema el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira.