Pese a pregonar las bondades del equilibrio presupuestario, el Gobierno de José María Aznar está endeudado hasta las cejas. Un informe reciente del Banco de España revela que el pasado año la Administración central del Estado se endeudó el triple que las comunidades autónomas. A través de la controvertida ley de déficit cero, el Ejecutivo forzó a las autonomías a contener el gasto, pero según los datos oficiales no ha predicado con el ejemplo.

En vigor desde enero del 2002, la ley de estabilidad presupuestaria --más conocida como ley de déficit cero -- impone a todas las administraciones el objetivo de "acelerar la reducción de la deuda", en consonancia con los retos económicos consensuados en el seno de la Unión Europea (UE). Pero los mecanismos que esta norma articula para reducir la morosidad pública son diferentes para la Administración central y para las territoriales.

LA NORMA DE MONTORO

Tal como la ideó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la norma permite que la Administración del Estado cuadre sus cuentas con los ingresos de la Seguridad Social, y sólo la obliga a "reducir su endeudamiento neto" si alcanza el superávit presupuestario --que los ingresos anuales superen la cifra de gasto--. En cambio, el Gobierno se reservó, entre otras potestades sancionadoras, la facultad de prohibir la emisión de deuda pública a las autonomías y ayuntamientos que no alcancen el déficit cero.

Esta diferencia de trato --origen de los recursos que algunas comunidades han interpuesto ante el Tribunal Constitucional-- ha propiciado que en el 2002, primer año de vigencia de la ley de déficit cero, el Gobierno del PP se haya endeudado muy por encima del resto de las administraciones. Según el citado informe del Banco de España, el agujero financiero del Estado aumentó el pasado año en 2.120 millones de euros, 352.738 millones de pesetas. Una cifra que casi triplica la deuda adquirida por las autonomías en el mismo ejercicio: 775 millones euros, unos 129.000 millones de pesetas.

Víctimas de sus carencias financieras, por vez primera los ayuntamientos se endeudaron más que las autonomías. El volumen de los pasivos municipales aumentó el pasado año en 1.198 millones de euros, casi 200.000 millones de pesetas.

Pero el endeudamiento más significativo fue el adquirido por el Ejecutivo, cuyo agujero económico rebasa ya los 310.000 millones de euros, 5,15 billones de pesetas. Con un incremento del 0,68%, el endeudamiento estatal alcanzó en el 2002 la cifra más alta de toda la legislatura y rompió la tendencia iniciada el año anterior, en el que el Gobierno enjugó un 0,26% de su deuda.

EL TRASPASO SANITARIO

Fuentes gubernamentales atribuyen este endeudamiento adicional a la recesión económica iniciada en el 2001. Pero lo cierto es que el Estado fue la administración más morosa incluso después de endosar la multimillonaria deuda del Insalud a las 10 comunidades a las que forzó a asumir el traspaso sanitario como condición para acceder al nuevo modelo de financiación autonómica.