Lejos de colgarse medallas, José Luis Rodríguez Zapatero presentó ayer el descabezamiento de ETA como una victoria de los demócratas frente al terror. 24 horas después de la captura de la cúpula etarra, el presidente del Gobierno apeló a la unidad de las fuerzas democráticas para forzar a la banda a abandonar las armas. "El destino de la violencia terrorista no es otro que su desistimiento", sentenció.

En rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Andorra, Marc Forné, Zapatero quiso marcar distancias respecto a su antecesor, José María Aznar, quien, burlando el pacto antiterrorista PSOE-PP, a menudo rentabilizó políticamente las más importantes operaciones policiales practicadas contra ETA.

Tras felicitar a las fuerzas de seguridad por esta "importantísima operación", Zapatero definió la captura de Mikel Albizu, Mikel Antza, y de Soledad Iparragirre, Anboto, como "un paso importante en el camino para conseguir el fin de la violencia de ETA". A su juicio, el "camino que queda por recorrer" deben transitarlo juntas "todas las fuerzas políticas, todos los demócratas, unidos, dando respaldo a la actuación de la Policía, la Guardia Civil y la justicia".

SIN ESPERANZAS Ante las especulaciones sobre la hipotética voluntad del Gobierno de buscar una salida negociada con ETA, ayer el presidente prefirió utilizar el golpe policial a la banda para lanzar una nítida advertencia. A los etarras les alertó de que "no pueden tener ninguna esperanza" de obtener contrapartidas a cambio de dejar las armas, porque "hay una amplísima voluntad democrática, ciudadana y social en Euskadi y en España en contra de que se consiga un solo fin político a través de la violencia y del terrorismo".

Zapatero subrayó que tanto la organización terrorista como "todo el mundo exterior que la ha venido comprendiendo y apoyando" deben "tener muy claro" que "los objetivos políticos sólo se pueden escribir con la palabra y con las ideas, nunca con la violencia". El presidente subrayó además que "una democracia es fuerte precisamente porque tiene esa enorme generosidad para admitir cualquier idea, cualquiera, incluida la que pueda resultar más distante".

"FORTALEZA MORAL" El presidente también aseguró que el Estado de derecho impondrá su "fortaleza moral y ética" frente al terror. Tras resaltar esta nueva contribución de Francia a la lucha anti-ETA, Zapatero llamó al presidente francés, Jacques Chirac, para expresarle su agradecimiento. Chirac le respondió que la colaboración contra ETA debe "continuar enérgicamente", según fuentes del Elíseo.