El Gobierno exigió ayer a la COPE que se disculpe con el presidente electo boliviano, Evo Morales, tras emitir el martes una conversación telefónica entre un imitador del jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder boliviano. El Ejecutivo consideró la suplantación una "broma inaceptable" y exigió a la cadena episcopal que se disculpe ante Morales por ese "intento por ridiculizar al presidente electo de un país latinoamericano". El Ejecutivo español se dirigió al presidente de la COPE, Bernardo Herráez, y al portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino.

El PSOE fue más lejos y advirtió de que hacerse pasar por el presidente del Gobierno para "engañar al presidente democrático de una nación como Bolivia" es, además de inaceptable, un "delito grave". "¿Es libertad de expresión cometer un delito?", se preguntó el PSOE.

El martes, un humorista del Grupo Risa, del programa La mañana de Federico Jiménez Losantos, impostó la voz de Zapatero y llamó al presidente electo para felicitarle por su victoria electoral. El humorista soltó comentarios que situaban a Zapatero como promotor de un eje con el presidente venezolano, Hugo Chávez, el cubano, Fidel Castro, y Morales. El boliviano reconoció que pretende "fortalecer ese eje". El imitador no aclaró que era una broma.

QUEJA FORMAL La embajada de Bolivia presentó una queja formal a la COPE por considerar "una ofensa" lo sucedido, y pidió a Exteriores que "realice los trámites para la reparación" de dicha acción. Este episodio, añade, "sobrepasa los límites de la broma y ha ofendido a un presidente electo y a la sociedad boliviana".

La COPE recibió ayer otro varapalo. El Consejo Audiovisual de Cataluña publicó un informe que concluye que la emisora vulnera los límites de la libertad de información y expresión e incumple sus obligaciones como concesionaria radiofónica.