La comparecencia de José Luis Rodríguez Zapatero del viernes, en que anunció el posible "comienzo del fin de ETA" y denunció la deslealtad del PP en la lucha antiterrorista, dejó ayer como estela un duro intercambio de reproches entre socialistas y populares. El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, negó que existan negociaciones con ETA e instó a los conservadores a "arrimar el hombro" para acabar con la violencia. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de Vega, dijo que España se merece una oposición con "menos sed de poder y más ganas de país".

Pese a las críticas, De la Vega abrió un resquicio para el entendimiento en este asunto de Estado. "Es muy difícil trabajar con una derecha que ha preferido estar siempre fuera de lugar, pero aún está a tiempo de aprobar la asignatura. A ello le emplazamos el Gobierno y los ciudadanos", dijo en la clausura del congreso de la Federación del Metal de UGT en Sevilla.

"A CUALQUIER PRECIO" De la Vega manifestó que el presidente del PP, Mariano Rajoy, con casi dos años en la oposición, ha tenido tiempo suficiente para "haber madurado y saber cómo se ejerce una oposición seria y responsable en los temas que afectan al Estado". En cambio, dijo, actúa de manera "ruin y cicatera" e intenta "sacar votos a cualquier precio", aunque para ello tenga que "enfrentar a vascos y catalanes con el resto de los españoles" y "abrir fisuras en la lucha contra el terrorismo".

"Son capaces de todo con tal de desgastar al Gobierno", concluyó De la Vega, que admitió que "no es fácil aguantar tantas mentiras, insidias y tanta ignominia". No obstante, confió en que los ciudadanos "sabrán distinguir los falsos profetas de los verdaderos patriotas".

Por su parte, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, abundó en las críticas en un discurso ante los dirigentes provinciales del partido reunidos en Madrid. Consideró una "vergüenza" que dos exministros del Interior --en alusión a Rajoy y Angel Acebes-- "den más crédito a los comunicados de ETA que al Gobierno de España" cuando afirman que el Ejecutivo ya está en negociaciones con la banda terrorista. También calificó de "vergüenza" que el PP se convirtiera en un "obstáculo" en el camino hacia la paz. "Súmese, ayude", exhortó el dirigente socialista a Rajoy.

En declaraciones a Onda Cero, el ministro López Aguilar tachó de "insidias" las acusaciones del PP en el sentido de que el Gobierno está negociando con ETA y llamó a los conservadores a colaborar con el Ejecutivo como, a su entender, hizo el PSOE cuando estaba en la oposición.

"VERDAD ABSOLUTA" El portavoz popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, afirmó que, si su partido hubiera gobernado España en los últimos dos años, ahora se podría hablar "con rigor y desde la verdad más absoluta" del fin de los terroristas, "pero no desde la negociación, sino desde la lucha policial y legal". Según Zaplana, Zapatero optó desde el primer momento por "quedar entregado" a la negociación con los terroristas y, como consecuencia de ello, lleva a cabo una política antiterrorista "ridícula" que persigue "en algunos casos incluso el pago por adelantado" a ETA.

Desde el País Vasco, el PNV, el PSE y Eusko Alkartasuna celebraron las declaraciones de Rodríguez Zapatero y le brindaron su apoyo. Batasuna afirmó compartir la confianza del presidente del Gobierno, según informa Aitor Ubarretxena.

Aunque el Ejecutivo vasco y los portavoces habituales del PNV eludieron pronunciarse, el parlamentario peneuvista José Antonio Rubalkaba dijo que su partido "aplaudirá" a Zapatero si abre una negociación con ETA y "se consigue la paz" en Euskadi. El dirigente de Batasuna Joseba Permach confirmó los contactos entre su fuerza y el PSE.