Los soldados españoles que acudieron a Bagdad para ayudar a los niños heridos en la estampida que causó un millar de muertos trasladaron a todos los que pudieron. En este sentido, el ministro de Defensa, José Bono, recibió ayer una carta del ministro de Sanidad iraquí, Abdul Mutalib Ali, en la que agradece el "gesto humanitario" español. En su misiva, Mutalib traslada a Bono que "el pueblo iraquí no olvidará nunca la mano generosa tendida por España".

El ministro salía así al paso de las declaraciones del viceministro de Salud, Amar Al-Safar, en las que acusó a los españoles de ayudar por mera propaganda, "para que en su país parezca que se ayuda al pueblo iraquí". Al-Safar dijo que los soldados españoles sólo embarcaron a 20 de los 45 afectados y dejaron en tierra a los más graves. El propio viceministro y el embajador iraquí en España, Falal Hal Khudairi, pidieron ayer excusas por las declaraciones y explicaron que fueron fruto del "nerviosismo".

Bono defendió la misión y restó importancia alas críticas del "pobre viceministro". El ministro destacó que no podían traer "a personas que se sabía que iban a morir".