Informes "muy secretos" que han desaparecido de los archivos del Gobierno, agentes de la CIA que paran en su camino entre Guantánamo y Afganistán a "relajarse" en Palma de Mallorca, aviones de EEUU con prisioneros talibanes que, pese a solicitar permiso a las autoridades para sobrevolar España, después eligen otra ruta... La comisión de Exteriores de ayer en el Congreso sirvió para conocer algunos detalles sobre la colaboración de España en la lucha contra el terrorismo de la Administración norteamericana y ofreció un momento histórico en política exterior: la coincidencia en los argumentos del Ejecutivo y el Partido Popular para defender la ayuda a George Bush.

Miguel Angel Moratinos acudió a la Cámara a petición propia para exponer las conclusiones de la investigación iniciada tras la publicación, en el diario El País , de un documento en el que EEUU pedía permiso a José María Aznar para que sus aviones, "con prisioneros talibanes o de Al Qaeda", pudieran hacer escala en España, "en caso de emergencia," en su viaje hasta la cárcel de Guantánamo (Cuba). Moratinos dijo ayer que no ha encontrado ese informe "muy secreto" en los archivos del ministerio, pero demostró con otro documento que Aznar no solo fue consultado sobre esa posibilidad por un enviado estadounidense, sino que contestó afirmativamente a la petición.

11 PARADAS El jefe de la diplomacia española también aseguró que, pese a la luz verde dada por el Gobierno del PP a Washington, con la información de la que dispone "hasta ahora", puede decir que "no hubo escalas en territorio español de vuelos con traslado de prisioneros talibanes o de Al Qaeda". Según el ministro, ninguno de los vuelos de la CIA que pararon en las bases de Morón, Rota, Torrejón y Palma de Mallorca --en concreto, 11, nueve de ellos cuando el PSOE ya estaba en el Gobierno--, transportaba prisioneros ilegales.

Para sostener tal aseveración, Moratinos se apoya en la información que EEUU ofreció cuando el Ejecutivo socialista le pidió detalles sobre los ocupantes de los vuelos, a la vista de la ola de denuncias contra Bush por su guerra sucia contra el terrorismo. Washington aseguró que todos esos aviones con origen o destino en la cárcel estadounidense cumplían lo previsto en el artículo 25.2 del Convenio de Cooperación para la Defensa con EEUU: en ningún momento se había tenido constancia de ningún vuelo de naturaleza ilegal o que contraviniera las disposiciones vigentes en materias de derechos humanos o los convenios suscritos por España.

Moratinos justificó, además, la respuesta afirmativa de Aznar a la petición de EEUU por estar amparada por una resolución de la ONU, bajo cuyo paraguas empezó la intervención en Afganistán. El ministro estima que el PP dio su apoyo a Bush en un momento de psicosis por los atentados del 11-S y "antes" de que se iniciara "el proceso de deterioro de Guantánamo".

PNV E IU, LOS BELIGERANTES Ante esta tesis, el portavoz del PP, Gustavo de Arístegui, no pudo más que darse por "satisfecho" por las explicaciones de Moratinos y aseguró que su partido tiene la "convicción moral" de que no se ha producido ninguna vulneración de los derechos humanos "ni en este Gobierno ni en el anterior". "Apoyamos a EEUU, pero no Guantánamo, un agujero negro de los derechos humanos. Se lo dijimos a EEUU en público y en privado", declaró.

Ante la baja de Arístegui en la labor de oposición al Gobierno, los más beligerantes con la comparecencia de Moratinos fueron Gaspar Llamazares (IU) y Emilio Olabarría (PNV). El diputado de IU consideró "frustrantes" sus explicaciones aunque elogió al ministro por hacer frente a la "patata caliente" que José Luis Rodríguez Zapatero le ha pasado, desentendiéndose del asunto, e insinuó que el "perfil bajo" del PSOE en todo este asunto solo intenta "compensar lo de Irak el repliegue de las tropas". Entre sus reclamaciones, Llamazares pidió al Gobierno que revise el convenio con EEUU para que las autoridades españolas puedan revisar la "carga" y los "pasajeros" de los aviones estadounidenses y exigió "destituciones" de los responsables de los documentos que muestran la autorización del Ejecutivo de Aznar a las escalas, una demanda que también suscribió Olabarría.

El diputado vasco se burló de la actitud "complaciente" de Arístegui y denunció "un cierto nivel de connivencia" entre el PSOE y el PP. Olabarría se quejó de que Moratinos crea a pies juntillas la palabra de EEUU de que en esos vuelos no iban prisioneros e insinuó que el ministro, en el fondo, no lo tiene que ver tan claro. "Si no, no estaría enviando toda la información que tiene a la Audiencia", añadió.

Elena Valenciano (PSOE) intentó marcar algo de perfil para compensar la estrategia de Moratinos, e insistió en que mientras el PP "dio permiso" a Estados Unidos, los socialistas pidieron explicaciones sobre quién iba dentro de los aviones.