Ni optimismo ni pesimismo. Sólo cautela. El último comunicado de ETA, en el que la banda pide un diálogo "sin límites y entre todos", pero anuncia que "seguirá luchando sin cesar" por la autodeterminación de los vascos, dejó ayer frío al Gobierno, que rechazó valorarlo. Para justificar este silencio, fuentes oficiales explicaron que de ETA sólo se espera que abandone las armas, y entretanto nada hay que comentar. Según estas fuentes, el Ejecutivo mantendrá su oferta de diálogo, supeditada al fin definitivo de la violencia, mientras la banda no vuelva a matar, tras dos años sin hacerlo.

"El único comunicado que quiere comentar el Gobierno es aquél en el que ETA anuncie que abandona definitivamente la violencia, que deja de matar y de extorsionar, que desaparece. Ese es el único comunicado de ETA que comentará el Gobierno", dijo ayer la vicepresidenta, Teresa Fernández de la Vega, después de dirigir el Consejo de Ministros como presidenta en funciones, en ausencia de José Luis Rodríguez Zapatero.

RESPUESTA DE MANUAL Desde el 17 de mayo, cuando el Congreso fijó mediante una resolución bajo qué condiciones se podrá negociar con ETA, la vicepresidenta se ha propuesto no alimentar las esperanzas de paz, máxime cuando la organización no da señales de querer disolverse. Ayer, en rueda de prensa, De la Vega logró su propósito al responder a todas las preguntas con la misma respuesta de manual. Sólo añadió que, mientras los etarras continúen atentando, "el Gobierno seguirá trabajando en la lucha antiterrorista como hasta ahora, con los mismos medios e instrumentos".

Convencido de tener un as en la manga, Zapatero transmitía hasta hace unos meses una euforia respecto al fin de ETA que ahora ni él ni ninguno de sus ministros osan exteriorizar. Lo que, según el entorno presidencial, no significa que el camino hacia la paz se haya torcido, sino que será más largo de lo que el Gobierno dejó entrever. Las fuentes consultadas siguen convencidas de que ETA acabará por declarar el abandono de las armas, pero temen que el anuncio se demore más allá del verano. A ese temor responde el afán gubernamental por enfriar el debate.

EL PACTO ANTITERRORISTA El presidente del PP, Mariano Rajoy, aprovechó ayer el comunicado etarra para exigir a Zapatero que "reflexione" sobre su disposición al diálogo, pues la banda exhibe "el mismo discurso de siempre", que resumió así: "Si no se hace lo que yo digo, mato". Para Rajoy, el texto de ETA "da la razón" a quienes, como él mismo, se manifestaron el 4 de junio contra toda negociación, y "se felicita de que haya caído el pacto antiterrorista".