Ni gestos de reconciliación, ni mensajes secretos. El Gobierno español negó ayer que el príncipe Felipe tenga previsto mantener un encuentro formal con el venezolano Hugo Chávez el próximo lunes en Buenos Aires, donde ambos pueden coincidir en la toma de posesión de la nueva presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Todo lo más, según la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega, el heredero de la Corona saludará al presidente venezolano, aún dolido por la reprimenda que le echó el rey Juan Carlos --el ya célebre "¡por qué no te callas!"-- en la cumbre iberoamericana de Santiago de Chile.

Tras su derrota del pasado domingo en el referendo sobre la reforma constitucional, con la que pretendía perpetuarse en el poder, Chávez no ha renunciado a seguir explotando su rifirrafe con el Monarca. Si durante la campaña trató de alzar la bandera de la "dignidad" indigenista frente a la supuesta afrenta del Rey, amenazando con "congelar" las relaciones con España si este no se disculpaba, poco después de perder la consulta cambió de estrategia. Así, el miércoles aseguró que el ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, le había llamado para transmitirle la "felicitación" del jefe de Estado por el resultado del referendo. También afirmó que el próximo lunes, en Buenos Aires, el príncipe Felipe le entregaría un "mensaje personal" de su padre.

El Ministerio de Exteriores negó ambos extremos, y solo reconoció que el Príncipe de Asturias podría mantener con el presidente venezolano un "encuentro informal" en Buenos Aires.

PURO PROTOCOLO Ayer, De la Vega todavía se esforzó más en quitar relevancia a ese eventual encuentro entre ambos: "La única posición que existe es que si el presidente de Venezuela asiste a esos actos la toma de posesión de la nueva presidenta argentina, puede haber un saludo protocolario. Nada más".