El Gobierno considera que los ataques que ha recibido por parte del exteniente general José Mena Aguado y el exgeneral Blas Piñar Gutiérrez "no tienen la mayor trascendencia". La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, los calificó de "casos aislados". Mena dijo esta semana que en octubre del 2005 propuso ante la cúpula del Ejército que el Rey debía intervenir, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, para frenar el Estatuto catalán. Por su parte, Blas Piñar (hijo del fundador del partido de extrema derecha Fuerza Nueva), en la reserva desde el mes de enero, ha enviado una carta a los actuales mandos del Ejército en la que acusa al Gobierno de marginarle.