El Gobierno no informará esta semana a los grupos parlamentarios sobre el desarrollo del proceso de paz. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, comunicó ayer a los portavoces que los encuentros previstos para finales de septiembre se aplazan porque, por el momento, "no hay nada nuevo que contar". Estaba previsto que los contactos se produjeran después de que el Gobierno mantuviera el primer encuentro con ETA. Por tanto, el aplazamiento denota que este todavía no se ha producido.

Fuentes de Interior aclararon que el ministro informará "cuando tenga algo nuevo que decir" y descartaron que el retraso se haya producido porque la banda haya endurecido sus posiciones. El sábado tres encapuchados etarras amenazaron con continuar con la violencia hasta conseguir la independencia de Euskadi. Ayer Garzón ordenó a la policía investigar su identidad. Sin embargo, hace tan solo cuatro días, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, preguntada por la situación de bloqueo de las conversaciones con ETA, afirmó que el calendario no iba a sufrir alteraciones. Fue el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, cuando en junio anunció que se abría un proceso de diálogo con la banda, el que aseguró que a finales de este mes el ministro informaría a los grupos sobre los avances.

Rubalcaba replicó ayer a los etarras que "la democracia es incompatible con la violencia, como el diálogo con el chantaje". Al igual que hizo el domingo Zapatero, quien les advirtió que las reglas del juego que deben cumplir para que avance el proceso son "claras: ausencia de violencia y cumplimiento de la ley".

BATASUNA NO SE PRONUNCIA Pese a la dureza y al simbolismo del mensaje de ETA --los encapuchados iban armados-- dos cualificados miembros de la izquierda aberzale, Joseba Alvarez, de Batasuna, y Juan Mari Olano, de Askatasuna, aseguraron que nada ha cambiado. Ninguno de los dos comentó nada de la puesta en escena ni del contenido de la proclama etarra. Como si quisieran correr un velo sobre lo sucedido en Oiartzun (Guipúzcoa), se remitieron a una respuesta de manual para volver a poner la pelota en manos del Gobierno y defendieron la urgencia de crear la mesa de partidos para buscar un acuerdo político.

También el PNV rompió su silencio y su portavoz, Iñigo Urkullu, aseguró que la "patética" escenificación de la banda ha querido "condicionar" a Batasuna. A su vez, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, rechazó la oferta del líder del PP, Mariano Rajoy, de retomar el pacto antiterrorista. Su secretario general, Angel Acebes, detalló cinco condiciones para que Zapatero muestre que su actitud ante ETA "es firme de verdad".