La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha pedido hoy a los obispos que respeten la separación entre el Estado y la Iglesia que marca la Constitución y ha insistido en que el terrorismo nunca debe formar parte del debate partidista y no debe ser instrumentalizado.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega ha revelado que ayer habló con el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, después del llamamiento público de los obispos para que los ciudadanos no voten el 9 de marzo a quienes estén dispuestos a negociar con ETA. La vicepresidenta ha enmarcado esa conversación dentro de la normalidad de las relaciones con la Iglesia.

Además de remarcar que no sólo debe existir "autonomía" de actuación entre el Estado y la Iglesia Católica, sino también "respeto" a esa autonomía, la vicepresidenta ha dejado claro que el Gobierno socialista sí lo ha practicado durante esta legislatura. En su opinión, de la misma manera que al Ejecutivo lo juzgan los ciudadanos, a la jerarquía eclesiástica la deben juzgar "sus fieles" y es a ellos a quienes corresponde evaluar si es tarea de los obispos hacer "valoraciones políticas" o apoyar "directa o indirectamente" a una u otra opción política.

En su comparecencia ante los periodistas, se ha esforzado por hacer hincapié en la distinción entre los diferentes "ámbitos de actuación" de la Iglesia y el Gobierno, el cual "se debe a todos los ciudadanos", de la misma manera que las autoridades religiosas se deben a sus fieles. "La jerarquía eclesiástica atiende a sus fieles y lo respetamos, y el Gobierno atiende a todos los ciudadanos sin exclusiones y con independencia de su creencia religiosa, y la Conferencia Episcopal debería respetarlo", ha proclamado.

Por ello, "de la misma manera que al Gobierno lo juzgan los ciudadanos, al gobierno de la Iglesia Católica lo juzgan sus fieles" y les corresponde a ellos decir "si es tarea de los obispos hacer valoraciones políticas o apoyar directa o indirectamente unas opciones u otras", ha insistido. En cualquier caso, la vicepresidenta ha proclamado: "El terrorismo debe quedar siempre fuera de intereses partidarios y en la lucha contra el terrorismo no debe haber más voluntad que ponerle fin sin caer en la tentación de instrumentalizarlo".

Intuye una influencia del PP

Preguntada sobre si el Ejecutivo ve al PP detrás de la comunicación de los obispos de ayer, ha manifestado que habría que preguntar a este partido "si tiene alguna influencia" sobre la Iglesia o si esta institución religiosa la tiene sobre el PP, aunque a renglón seguido ha concluido: "coincidencias las hay, es evidente".

María Teresa Fernández de la Vega se ha referido además en varias ocasiones al carácter aconfesional del Estado definido en la Constitución y a su "laicidad", pero al mismo tiempo ha explicado que debe existir relación con la Iglesia, al margen de que en cada país este modelo determine unas relaciones más o menos intensas.

En el contenido de la nota difundida ayer por los obispos, el Gobierno ha echado en falta expresiones como "generosidad, concordia, convivencia" que, a juicio de la vicepresidenta, "se ajustan mucho más al "espíritu y voluntad" de la "inmensa mayoría de los fieles y los ciudadanos españoles". El mismo argumento del respeto lo ha utilizado para evitar pronunciarse sobre la renovación de la cúpula de la Iglesia en España.