Aunque niega que haya asistido complacido a la crisis interna del PP, o que se haya permitido cierta pasividad, el Gobierno admite que debe ponerse las pilas porque necesita un impulso. José Luis Rodríguez Zapatero, que ayer anunció nuevas medidas contra la crisis, ha interiorizado que su estrategia debe variar porque también el adversario ha cambiado, según fuentes de la Moncloa. El Ejecutivo, reconocen estas fuentes, se vio favorecido en la pasada legislatura por unos "excesos" del PP que el nuevo equipo de Mariano Rajoy pretende desterrar. El giro al centro popular, por tanto, impone al PSOE su propio viraje.

De acuerdo con las encuestas poselectorales de los socialistas, el PP no rentabilizó en las urnas sus ofensivas contra el Estatuto catalán y el diálogo con ETA porque su "giro de tuerca, los vaticinios de desastres absolutos en todos los frentes", les hicieron perder credibilidad. Estos estudios revelan que, entre el electorado femenino y joven, el PSOE no tuvo rival el 9-M. ¿Pero qué pasará si el PP cubre esas dos lagunas?

REVISION Dejando a un lado la división interna que proyectó el partido de Rajoy en el congreso de Valencia, el presidente y sus asesores reconocen en privado que la imagen moderada que pretende proyectar el PP, unida a una crisis económica más profunda de lo anunciado, les fuerza a revisar su estrategia. Empleando un lenguaje más cercano a la calle --ayer Zapatero no habló de "crisis", pero sí de "casi frenazo" económico-- y, también, con una mayor transparencia informativa, convencidos como están en la Moncloa de que el Gobierno "ha gestionado y gestiona con eficacia".

Y es que el PSOE reconoce que en la oposición ya no tiene a las caras visibles del 11-M, sino un equipo con grandes dotes comunicativas. Además, la marginación del fichaje estrella de Rajoy en puertas de las últimas elecciones, el expresidente de Endesa Manuel Pizarro, se ha recibido en las filas socialistas como una pésima noticia. El férreo marcaje de Cristóbal Montoro al equipo económico del vicepresidente Pedro Solbes y al titular de Industria, Miguel Sebastián, se presenta como una de las claves de la presente legislatura.

FALLOS DE COMUNICACION Antes de conocer la dirección del PP, Gobierno y PSOE ya habían reparado en que sus fallos les han alejado de la opinión pública. Se evidenció con el paro del transporte, ante el que el Ejecutivo optó por la cautela, pero hubo de rectificar en cuanto las carreteras bloqueadas y mercados vacíos aparecieron en televisión. Para que no se repita, Zapatero prepara una ofensiva, iniciada ayer con la presentación de su informe económico.