El Gobierno central sigue sin aclarar sobre qué argumentos jurídicos se apoya para no publicar en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) los nombramientos de los consellers designados por Quim Torra. Fuentes de la Moncloa volvieron a insistir ayer en que no quieren correr antes de dar el siguiente paso y que siguen estudiando la oportunidad de frenar la publicación de los dos políticos encarcelados (Josep Rull y Jordi Turull) y los dos huidos (Toni Comín, y Lluis Puig). Esas mismas fuentes informaron de que los abogados del Estado estaban analizando el auto dictado por Pablo Llarena con el que el juez denegó la libertad provisional de Rull y Turull para tomar posesión de sus cargos y ejercer. El instructor ve riesgo de fuga y de reiteración delictiva.

El Ejecutivo central estudia la posibilidad de apoyarse en los argumentos de Llarena, que señala que esos peligros se han potenciado después de que Torra haya expresado públicamente que su voluntad es impulsar la república independiente declarada en octubre de forma ilegal.

El Gobierno de Mariano Rajoy considera que el Govern propuesto por Torra es una «provocación», pero el político gallego debe medir su respuesta puesto que necesita el apoyo del PNV a los Presupuestos y los nacionalistas vascos han dicho que tienen como «objetivo prioritario» de su acción política la desactivación del 155.

Esa votación de las Cuentas del 2018, con las que Rajoy se puede asegurar llevar la legislatura hasta el 2020, acabará hoy miércoles por la tarde en el Congreso. La intervención de la Generalitat no decaerá hasta que todos los consellers tomen posesión después de que sus nombres salgan en el DOGC, una situación que tardará en darse si no hay una rectificación por parte de Torra.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, declaró que el Govern que ha propuesto el president no solo es «contrario a la ley», sino que es una «burla a los catalanes». «El Gobierno siempre va a gestionar las decisiones fundamentadas en el Derecho», aseguró en el Senado.

Porsu parte, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, reconoció ayer que el Ejecutivo no tiene «ninguna certeza» sobre la aprobación de los Presupuestos Generales, pero «cree y espera» contar con la mayoría necesaria para sacarlos adelante. En declaraciones en los pasillos del Senado, Méndez de Vigo dijo que el Gobierno «no tiene ningún convencimiento» sobre el apoyo del PNV, necesario para aprobar las cuentas públicas, pero sí tiene la confianza en que los presupuestos son «buenos» y se ha hecho una buena labor de trabajo con los grupos parlamentarios.

Tras recordar que se han incorporado más de 200 enmiendas al proyecto de ley inicial, destacó que son unos presupuestos que «benefician a todos y no perjudican a nadie» por lo que el Gobierno ««cree y espera encontrar una mayoría» parlamentaria para aprobarlos. «Pero no tengo ningún certeza», concluyó el portavoz del Ejecutivo y ministro de Educación y Cultura, a este respecto.

Más optimista se mostró el ministro de Economía, Román Escolano, quien, en los pasillos del Senado, ante la pregunta de si hoy miércoles estarán aprobadas estas cuentas públicas contestó: «Sí, sí, va a haber presupuesto».