La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega manifestó su respeto por la decisión personal de Rodrigo Rato de dejar el cargo para el que le promocionó el Ejecutivo socialista y se limitó a lamentar que España "pierda" ese puesto en un organismo internacional de tanta influencia. Pero la vicepresidenta no pudo evitar la ironía sobre el efecto que tendrá en la calle Génova el regreso del que fue un peso pesado en el partido.

De la Vega afirmó que aprecia "movimientos en el PP" y los calificó de "normales en una formación que ha perdido poder". La frase escondía el regocijo que causa en el Gobierno la posibilidad de que Rajoy pierda peso con la reaparición de Rato.