Al Ejecutivo no le ha gustado el comunicado que, en las últimas horas, ha hecho público la cancillería venezolana achacando a España, entre otras cosas, "una demostración de cobardía política" por su supuesto intento de "endosar" al Gobierno de Hugo Chávez "el fracaso contra ETA". El encargado de verbalizar el enfado del Gabinete ha sido su portavoz, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien se esforzó en exhibir un tono bastante más enérgico que el que solía usar el exministro Miguel Angel Moratinos cuando le tocaba lidiar con conflictos diplomáticos entre ambos países. El último, por la negativa de Chávez a extraditar a Arturo Cubillas, al que se le imputa el delito de vinculación con el terrorismo.

"Quiero manifestar el profundo malestar del Gobierno por la nota de la cancillería venezolana. Son acusaciones inaceptables e injustificables", recalcó ayer el vicepresidente primero tras el Consejo de Ministros. Rubalcaba añadió que la titular de Exteriores, Trinidad Jiménez, había telefoneado al embajador de Venezuela en Madrid, Isaías Rodríguez, para hacerle llegar el enojo del Ejecutivo español por la nota.