El Gobierno criticó ayer el "partidismo" que demuestra el PP al apoyar el Estatuto que propone Baleares y denostar la ley básica catalana, para la que los conservadores piden un no en el referendo del próximo domingo. Dada la similitud entre ambas leyes, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega sostuvo ayer que el PP incurre en una "evidente contradicción" que deja al descubierto la doble vara de medir que aplican los conservadores a las reformas estatutarias. "Cuando me afecta a mí, vale; y cuando no es para mí, no vale", enunció De la Vega como máxima de los populares. El PP replicó que los estatutos catalán y balear son distintos.

El PSOE se felicitó por el pacto con el PP balear e instó a Rajoy a "tomar nota de que el trabajo de un partido en la oposición puede ser responsable, productivo y ejemplar, como han demostrado los socialistas en Baleares", dijo el responsable de política autonómica, Alfonso Perales. Soraya Sáenz de Santamaría, responsable autonómica del PP, justificó el apoyo al Estatuto de Jaume Matas porque "no tiene nada de bilateral, no cambia el modelo de Estado, no blinda competencias, no limita la legislación estatal ni afecta a la organización del poder judicial".