El expresidente del Gobierno Felipe González sigue enviando señales de apoyo a José Luis Rodríguez Zapatero. Consciente del desgaste adicional que están suponiendo para el actual jefe del Ejecutivo el programa de recortes para reducir el déficit público y la puesta en marcha de la reforma laboral, y animado tal vez por las voces que dentro del partido socialista reclaman el regreso a la primera línea del sector felipista, González ha dado en los últimos días un paso al frente en defensa de Zapatero. Ayer, aprovechó una entrevista en la cadena SER para asegurar que le "tranquiliza" la "determinación" con la que el presidente hace frente a la situación económica, "sin tener en cuenta las consecuencias de votos y popularidad". "No nos jugamos votos, nos jugamos salir de la crisis con garantías", añadió.

González admitió, eso sí, que a Rodríguez Zapatero "la realidad de la crisis le ha golpeado" y apuntó que ese mal momento que atraviesa "se le nota físicamente", pero se mostró convencido de que, "con su actitud", el presidente del Gobierno es hoy una "parte de la solución", y no del problema. E insistió: "Lo que más me importa es su determinación para afrontar las reformas y los ajustes que necesitamos, y ojalá siga insistiendo en el próximo Consejo Europeo en la necesidad de reformar el sistema financiero a nivel europeo".

Pese a sus muestras de respaldo, González no quiso responder directamente a la pregunta de si cree que el líder del PSOE repetirá como candidato. "No tengo ni idea", declaró. En cualquier caso, relativizó la importancia de los malos resultados que las encuestas auguran al partido socialista, y apeló para ello a su experiencia personal. "A mí en 1996 me daban por perdido por 14 puntos, y al final la derrota fue por un solo punto, por 300.000 votos --relató--. No hay que dar nada por perdido. Hay que pelear", concluyó.

"INCONSISTENCIA" DEL PP La posible victoria electoral de Mariano Rajoy en las generales tampoco le quita el sueño al expresidente. "No es una de mis mayores preocupaciones", manifestó González, quien señaló que sí le inquieta, en cambio, que el líder del PP no haya planteado en este tiempo "nada que sea consistente para enfrentarse a la crisis y a las reformas estructurales". Y no es el único, dijo, que siente esa preocupación. "Yo veo que la gente está inquieta con el Gobierno e inquieta plus con la oposición", subrayó.

Más severo se mostró a la hora de enjuiciar las reiteradas críticas que su sucesor en la Moncloa, José María Aznar, ha vertido en diversos foros internacionales al hablar sobre la situación económica española. González subrayó que él dejó de "comentar o criticar lo que pasaba en España" cuando acabó la dictadura. "Una vez que teníamos libertad dentro, criticar fuera no daba ninguna ventaja", declaró. Y no desperdició la ocasión de pedir a Aznar un cierto "sentido del patriotismo".