La consejera de Presidencia y portavoz del Gobierno catalán, Elsa Artadi, y la dirección de ERC replicaron ayer de inmediato a la propuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que Cataluña pueda celebrar un referéndum sobre el «autogobierno», y no sobre la independencia de Cataluña. El líder socialista reiteraba así la oferta que lanzó en julio pasado en el Congreso de votar un nuevo Estatut, a lo que la portavoz del Ejecutivo catalán respondió que esa es una «pantalla superada por la sociedad catalana hace más de 10 años, cuando en el 2006 se votó un referéndum que luego no se respetó».

Artadi también reclamó concreciones a la propuesta del presidente del Gobierno y concluyó: «Siempre estamos a favor de votar, pero se ha de votar aquello que genere un gran consenso, y el gran consenso que hay ahora mismo en Catauña, y desde hace unos años con mayorías muy amplias, es en torno al derecho a decidir».

En este mismo sentido, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, replicó a Sánchez. «No hemos salido a manifestarnos durante 10 años por más autogobierno o un nuevo Estatut, esto ya lo hemos superado». Vilalta reclamó al líder del PSOE que sea «valiente» y afronte «con el coraje suficiente» la situación política que vive Cataluña. «Hay que dar repuesta política abordando el derecho a decidir para encontrar una solución que pasa por el diálogo. Que afronte lo que le pide la ciudadanía de este país que es decidir el futuro de su país». La dirigente republicana concluyó que «se tiene que decidir votando».

SOLUCIÓN «A MEDIO PLAZO» / La polémica no es nueva. En un debate parlamentario en julio, Sánchez ya mostró las cartas. Y ayer lunes, en una entrevista en la cadena SER, el jefe del Ejecutivo insistió en la necesidad de «reconstruir la lealtad quebrada» para dar una solución territorial «a medio plazo» que permita convocar un referéndum en Cataluña no «sobre la independencia», sino sobre el «autogobierno», a través de un nuevo Estatut. La política territorial del Gobierno, dijo Sánchez, va en este sentido: retirada de recursos ante el Tribunal Constitucional contra leyes sociales catalanas, celebración de un Consejo de Ministros en Barcelona entre octubre y noviembre y reactivación de las comisiones bilaterales Estado-Generalitat, revitalizadas tras siete años de parálisis. La intención del Ejecutivo es que estos organismos, aclaró el presidente, se reúnan y trabajen para abordar la política de infraestructuras, los asuntos económicos y las transferencias, «diga lo que diga» el Govern.

El pasado 17 de julio, Sánchez subió a la tribuna del Congreso con una sugerencia para resolver la crisis catalana que, en un primer momento, pasó desapercibida entre los grupos. El presidente planteó la posibilidad de reformar el Estatut vigente, recortado por el Constitucional, y someterlo a votación. Una propuesta con el ánimo de cerrar las heridas abiertas en Cataluña tras años de pulso con el Ejecutivo del PP. Sánchez no ahondó en detalles ni ningún portavoz le reclamó que concretase más. Fuentes del entorno presidencial confirmaron que la propuesta de votar un nuevo texto abría un debate exploratorio, si bien no estaba decidido que esta vaya a ser la apuesta definitiva.

La propuesta de Sánchez llega en un momento de toma de posición entre ERC y el PDECat sobre la estrategia soberanista a seguir. Los republicanos optan ahora por la vía negociadora precisamente con el presidente del Gobierno, evitando las «gesticulaciones» y los «fuegos de artificio». Preguntado sobre esta vía, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, admitía en TV-3 que en el independentismo hoy por hoy conviven distintas posiciones: «ERC está pensando en estrategia, nosotros también, la CUP también, la ANC, Òmnium... no somos tan diferentes a cuando juega el Barça, que todos querríamos nuestro once ideal».