La Gran Mentira no es una, sino muchas. No sé si 100.000, como los Hijos de San Luis, pero, igual que éstos, es abominable legión. El ciudadano es engañado con la ponzoña del Prestige, con la aberración de Irak, con la estigmatización del que osa no comulgar con la Verdad Unica, con el empleo y los impuestos...

Y lo peor es que, a fuerza de bombardeo y manipulación mediática, la Gran Mentira lo envenena todo de forma inadvertida. Y así vamos hacia las urnas.

*Periodista.