La policía investiga si el GRAPO (Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) está implicado en un tiroteo ocurrido en Zaragoza el 6 de febrero en el que murió Ana Isabel Herrero y resultó herido su marido, el empresario Francisco Colell.

El GRAPO reivindicó ayer la autoría de esa acción en una carta remitida a varios medios de comunicación. En la misiva, el grupo terrorista explica que esa acción forma parte de una campaña de cobro del impuesto revolucionario. Además, afirma que el objetivo "era expropiarles al matrimonio una determinada suma de dinero en concepto de impuesto revolucionario" y que los miembros del grupo "tenían orden de ejecutarlos si se negaban al pago".

Los hechos se registraron cuando el matrimonio iba a recoger su vehículo, a primeras horas de la noche, que estaba aparcado en el garaje de la empresa de Colell. Tres personas les esperaban y dos de ellas les dispararon e intentaron secuestrarles por motivos económicos. El empresario afirmó que esas personas se identificaron como miembros del GRAPO.

El pasado viernes, la familia del industrial hizo público un comunicado en el que explicaban que Colell y su mujer fueron tiroteados cuando entró otro coche en el aparcamiento. "Eso hizo que los miembros del grupo terrorista se mostraran repentinamente nerviosos y se desatara un forcejeo". El industrial, que recibió tres disparos, ha identificado a dos atacantes.

"RAZONABLEMENTE VERAZ" El secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, afirmó que "es razonablemente veraz" el mensaje del GRAPO. Para Camacho, la reaparición de este grupo terrorista-- que se da por desarticulado desde la década de los noventa-- obedece a la necesidad de obtener medios económicos para subsistir. Por ello, aseguró que el GRAPO se ha reconvertido en un grupo de delincuencia común.