Una treintena de encapuchados destruyeron ayer un autobús en San Sebastián, tras obligar a bajar a los viajeros. Luego, atacaron con cócteles molotov la Comandancia de Marina y un cajero. Estos sabotajes se produjeron entre las 15.00 y las 15.30 horas en la Parte Vieja donostiarra, donde una multitud celebraba la feria de Santo Tomás. El ayuntamiento informó de que sustituir el autobús costará 300.000 euros. Los radicales iban con cohetes pirotécnicos y con cócteles molotov.

Tras obligar al conductor del autobús a cruzarlo, hicieron descender a los pasajeros y le prendieron fuego. Los violentos se dirigieron entonces a la cercana Comandancia de Marina y ennegrecieron su fachada con varios cócteles. Luego quemaron un cajero automático. El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, consideró que estos ataques "vergonzosos" evidencian la existencia de sectores de la izquierda aberzale que quieren "hacer fracasar el proceso de paz". A. U.