Los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) han vuelto a ser desarticulados. Un año después del último golpe policial, ayer, la Guardia Civil detuvo a seis activistas en Barcelona que, durante este periodo, han trabajado para reconstruir el comando. Entre los detenidos se encuentran Jorge García Vidal (Vigo, 1970) e Israel Clemente (León, 1971), presuntos asesinos de Ana Isabel Herrero, esposa del empresario Francisco Colell, en febrero del 2006 en Zaragoza.

La operación culminada ayer se inició en junio del 2006 con la detención de tres personas en Reus (Tarragona) entre las que se encontraba Juan García Martín, considerado el máximo responsable de la banda en España.

Por aquel entonces, García Martín, junto con Jorge García Vidal e Israel Clemente, formaban el único comando armado. Ayer cayeron los dos últimos, en un piso de la calle Cardenal Tedeschini de Barcelona, que se encontraban en busca y captura por los delitos de robo con intimidación, detención ilegal y terrorismo. Los otros cuatro --José Francisco Cela Seoane (Ourense, 1958), Manuel Ramón Arango (León, 1948), Isabel María Aparicio (Madrid, 1954) y Lucio García (Valladolid, 1950)-- son históricos de la banda que ya estaban en libertad tras cumplir condenas por delitos de terrorismo.

MUY VIOLENTO García Vidal y Clemente López, este último considerado violento y con problemas de adicción a las drogas, están vinculados, además de al asesinato de la mujer del empresario, al atraco con heridos a una sucursal bancaria de Castellón de la Plana y a otros dos robos en dos sucursales de Santiago de Compostela y Murcia.

Los detenidos permanecían anoche en un cuartel de la Guardia Civil en Barcelona a la espera de que durante la misma noche se procediera al registro de las viviendas que han ocupado. Fuentes de la Guardia Civil explicaron que los interrogatorios se harán en Madrid.

HUELGA DE HAMBRE José Francisco Cela Seoane, uno de los seis detenidos ayer, salió hace poco de la prisión de Daroca (Zaragoza), donde se declaró en huelga de hambre a finales de 1989 y tuvo que ser ingresado en enero de 1990 en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.

En marzo de ese mismo año, dos terroristas de la organización mataron al doctor José Ramón Muñoz, que formaba parte del equipo médico que se encargaba de la alimentación de Cela Seoane y de Olegario Sánchez, otro activista también en huelga de hambre.