Los ocho guardias civiles que participaron en la detención y custodia de los presuntos etarras Igor Portu y Martín Sarasola han ratificado hoy la versión oficial, según la cual los supuestos terroristas no sufrieron torturas ya que sus lesiones se produjeron durante sus respectivas detenciones. Estos ocho agentes han declarado hoy en el Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián, cuyo titular les citó como imputados después de tomar declaración a Portu el pasado 8 de enero en el Hospital Donostia, adonde fue trasladado para ser atendido de las lesiones sufridas como consecuencia de su arresto.

En aquella comparecencia, Portu, que fue detenido el pasado 6 de enero junto a Sarasola en Arrasate (Guipúzcoa), aseguró que no opuso resistencia a su arresto y que fue golpeado por agentes de la Guardia Civil desde que fue capturado hasta que lo llevaron a Lesaka (Navarra) para participar en varios registros. El arrestado ingresó en el Hospital Donostia en la madrugada del día 7 con una costilla rota, numerosas contusiones, derrame pleural y un importante enfisema subcutáneo que iba desde la región cervical hasta la pelvis, además de numerosos hematomas.

Dos días después, el 9 de enero, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que las heridas que presentaba el presunto miembro de ETA eran consecuencia de las maniobras de "sujeción y retención" a las que fue sometido Portu, quien trató de huir de los agentes de la Guardia Civil. Tras las declaraciones de los ocho agentes, que se han prolongado durante toda la mañana, el abogado del Grupo Contra la Tortura (TAT) Aiert Larrarte, que ejerce la acusación particular en nombre de Portu, ha explicado a los periodistas que los ocho policías han recordado que las detenciones tuvieron lugar en Arrasate (Guipúzcoa) sobre las 11.00 horas del pasado 6 de enero cuando sorprendieron a los supuestos terroristas cuando volvían del monte.

Aiert ha precisado que, según la versión de los guardias, éstos pidieron a los dos supuestos activistas que les enseñaran sus mochilas, momento en el que ambos "salieron disparados corriendo para escaparse", por lo que "dos agentes por cada detenido salieron detrás", "se echaron encima y cayeron sobre ellos", ocasionándoles las heridas que presentaban. Larrarte ha precisado que el juez no ha permitido a los guardias declarar tras un biombo como habían solicitado, ya que esta medida está "reservada para los testigos" y ellos declaraban como imputados.

Este abogado ha anunciado que el juez ha solicitado al Juzgado de Instrucción de Bergara que le remita la declaración de un testigo que aseguró en esta instancia judicial haber presenciado los arrestos de los presuntos etarras. Ha afirmado que no se ha aportado al procedimiento ninguna prueba nueva y por el momento no se ha solicitado la práctica de nuevas diligencias. Durante las declaraciones de estos ocho agentes, un grupo de personas convocadas por el Movimiento pro Amnistía se concentraron frente al Palacio de Justicia y corearon lemas en contra de la Ertzaintza, el PNV y la tortura por lo que fueron disueltos con material antidisturbios por efectivos de la Policía vasca.