Alfonso Guerra y su oratoria se convirtieron en centro de críticas del PNV. Juan José Ibarretxe y Josu Jon Imaz trajeron a colación las palabras del presidente de la comisión constitucional del Congreso, que ante las Juventudes Socialistas se jactó de haberse "cepillado" el plan Ibarretxe y "haberle pasado el cepillo" al Estatuto de Cataluña.

El lendakari dijo que estas manifestaciones fueron "machistas a más no poder" y se dolió de que los jóvenes socialistas rieran la "chanza". Advirtió que la sociedad vasca no decidirá "nunca" sobre algo que antes "se haya cepillado Madrid".

Imaz estuvo más jocoso. Además de calificar a Guerra de "personajillo", precisó que quien fuera vicepresidente del Gobierno "sabe mucho de pasar el cepillo" y no precisamente "en misa de once, sino desde el despacho de su hermano", en alusión a su salida del Gobierno en 1991 por irregularidades cometidas por Juan Guerra.

El presidente del PNV lamentó que ni el secretario general del PSE ni otros dirigentes se hayan desmarcado de las palabras de Guerra. Además, fue concluyente: "Necesitamos un nuevo autogobierno para que nadie pueda cepillarse la voluntad democrática de los vascos".