La policía francesa asestó ayer un nuevo golpe a ETA al localizar la mayor fábrica de bombas de la banda desmantelada hasta ahora. El almacén de armas y explosivos, utilizado también como taller, estaba en la pequeña localidad de Saint Michel, a sólo 10 kilómetros de la frontera española. En la operación, que se desarrolló de madrugada, fueron detenidos el ciudadano francés Jean Marie Sempée, apicultor y propietario de la casa en la que la banda tenía su escondite, y el español Josetxo Zeberio Aierbe, con casi 20 años de militancia en ETA.

Armas cortas y largas, explosivos de todo tipo, granadas Jotake y proyectiles anticarro, municiones y abundante material electrónico estaban escondidos en el caserío Lakoa. El hallazgo del arsenal está relacionado con el arresto, que tuvo lugar el pasado viernes, del presunto responsable de logística de la organización terrorista, Iñaki Esparza Luri, y del histórico dirigente Félix Alberto López de Lacalle, Mobutu, encargado de coordinar a los comandos de la banda, junto a su compañera y también etarra Mercedes Chivite.

El ministro del Interior en funciones, Angel Acebes, subrayó la importancia de la operación porque ETA pierde "la fábrica" en la que en estos momentos preparaba las bombas.

TRASCENDENCIA Fuentes policiales citadas por la agencia Efe compararon la trascendencia de la operación con la que en su día se produjo al desmantelar la fábrica de armas y explosivos de la banda en la localidad vascofrancesa de Bidart.

Josetxo Zeberio Aierbe, de 38 años y nacido en Ataun (Guipúzcoa), estaba huido desde 1991.