La policía francesa descubrió ayer un arsenal, presumiblemente de ETA, en un garaje alquilado en la localidad vascofrancesa de Biarritz. Los agentes encontraron más de 100 kilos de explosivos en mal estado de conservación, armas y 174 detonadores, así como dos bombas lapa listas para ser utilizadas.

El hallazgo se produjo después de las detenciones de varios miembros de ETA en territorio francés, incluido el presunto jefe de logística de la banda terrorista, Juan Cruz Maiza, el pasado 26 de julio. Además, a principios del mes pasado la policía arrestó a tres presuntos etarras en la localidad vascofrancesa de Donibane Garazi, a 60 kilómetros de Biarritz. Los activistas portaban 140 kilos de explosivos en el vehículo, con los que la banda planeaba atentar de inmediato en España.

ALMACEN Fuentes de la investigación revelaron que un presunto etarra había pagado por adelantado el alquiler del garaje para seis meses, hasta el pasado 30 de julio. Al cumplirse el plazo y no tener noticias del arrendatario, el propietario entró en el local, descubrió su contenido e informó a la policía. Una vez confirmado que se trataba de material perteneciente a ETA, las investigaciones pasaron a la Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial de París. Un grupo de técnicos de la policía científica se desplazaron al garaje para tomar huellas y para proceder a la extracción del material explosivo y de las armas.

En principio, las dos detenciones que podrían haber provocado que ETA abandonara el arsenal en este garaje serían las del propio Maiza Artola y la de José Antonio Aranibar. Este lugarteniente de Txeroki , el máximo responsable de la banda, era uno de los tres etarras capturados en Donibane Garazi.

Según fuentes policiales, la organización terrorista habría decidido abandonar el garaje de Biarritz por si alguno de los detenidos hubiera pasado recientemente por el local para recoger o dejar material, por temor a que las fuerzas de seguridad hubieran seguido al miembro de ETA y tuvieran bajo vigilancia el almacén, a la espera de que otros etarras se acercaran a él.

Agentes de la policía científica francesa registraron ayer el garaje en busca de huellas dactilares y otras pruebas, ante la posibilidad de que los encargados de custodiar todo el arsenal tuvieran que huir precipitadamente tras las numerosas detenciones de etarras practicadas en las últimas semanas, en especial los arrestos relacionados con los aparatos militar y logístico.

En el registro del garaje los agentes hallaron cinco kilos de pentrita --una importante cantidad--, 15 kilos de azufre y 100 kilos de cloratita defectuosa en bidones, sustancias todas ellas que se utilizan para la fabricación de explosivos. También se encontraron 150 detonadores de fabricación casera, 19 temporizadores, cordón detonante, tres pistolas, varias ametralladoras y dos bombas lapa.

El propietario del aparcamiento fue interrogado por los agentes para comprobar qué datos podía aportar sobre la persona a la que alquiló el garaje, aunque por el momento no ha sido posible su identificación.

MANUALES EN EUSKERA Tras el descubrimiento del material explosivo y de los dos artefactos, los artificieros tuvieron que garantizar la seguridad de todo el recinto. En la búsqueda, los agentes encontraron también munición, matrículas de coche, un teléfono móvil y abundante documentación. Entre los escritos hallados, algunos de ellos en euskera, fueron identificados varios manuales para la elaboración de artefactos explosivos.