El arresto del presunto etarra Ibai Beobide, el pasado día 13 mientras circulaba en bicicleta por un monte guipuzcoano entre Asteasu y Villabona, se ha revelado como un importante hilo del que tirar. Así, su captura ha permitido la detención de hasta seis colaboradores de la banda, así como de los terroristas Jon Rosales y Adur Aristegi el día 17 en Molló (Girona), a lo que hay que sumar la localización ayer de casi 100 kilos de explosivos escondidos en cinco zulos, dos de ellos en las proximidades de Hernani (Guipúzcoa) y los otros tres en el monte Gorbea (Vizcaya).

Según el auto del jueves pasado en el que juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno decretó su ingreso en prisión, Beobide era el encargado de "dinamizar y coordinar" al menos tres taldes (comandos) de ETA que disponían de armas y de 150 kilos de explosivos. Ayer por la mañana, miembros de la Guardia Civil trasladaron al detenido a Hernani, concretamente al monte Ondi. Allí, el terrorista señaló la situación de dos depósitos. Uno de ellos contenía ocho kilos de explosivo ya preparado, temporizadores, dispositivos para fabricar bombas lapa, cordón detonante y detonadores. En el otro, los agentes encontraron un lápiz de memoria y 2.000 euros.

UN ARSENAL El registro continuó en las faldas del Gorbea, a 40 kilómetros de Bilbao. Dos de los zulos de este área no contenían nada destacado, pero el tercero escondía 75 kilos de amonitrato, 9 de nitrimetano, 20 metros de cordón detonante, 25 detonadores, temporizadores con el anagrama de ETA y un poco de pentrita. La Guardia Civil conocía la ubicación de los escondrijos, pero hasta ayer no llevó a cabo las inspecciones porque, al hallarse a 800 metros de altitud, estaban cubiertos de nieve. La mejoría del tiempo permitió su localización.

La detención del presunto etarra Faustino Marcos, el día 16 en un tren en la estación de Portbou (Girona), también está dando frutos. Sin ir más lejos, agentes de la Policía Nacional y de la policía francesa localizaron ayer una vivienda en la localidad francesa de Bussy que ETA utilizaba para la fabricación de pentrita, un componente que aumenta la potencia de los explosivos. Al parecer, el propio Marcos alquiló el inmueble desde septiembre del 2008 a junio del 2009 con documentación falsa. Junto a esta casa, concretamente en la localidad de Arronnes, las fuerzas de seguridad encontraron un zulo en el que los terroristas escondían dos bolsas de plástico con la anotación tximista , denominación que la banda da al cordón detonante. En su interior había 196,2 metros con 7,28 kilos de pentrita en total.

MATRICULAS FALSAS Las mismas investigaciones han permitido confirmar que el depósito localizado el pasado agosto en la localidad francesa de Monclart, donde se hallaron numerosos juegos de matrículas, también fue utilizado por Marcos.

Según el auto de prisión firmado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska el sábado, Marcos, que huyó a Francia en el 2002, regresó a España con la intención de establecer en Cataluña una base para fabricar explosivos.