Poco antes de las 11 de la mañana --dos horas y media menos en España-- los dos helicópteros Cougar despegaron de su base en Herat con destino al aeropuerto de Shindand en una misión de transporte de tropas. Según el relato de los hechos que ofreció ayer el ministro José Bono, las aeronaves llevaban 12 soldados cada una del batallón que había sido enviado para dar seguridad a las primeras elecciones legislativas afganas, el 18 de septiembre. Iban con sus tripulaciones al completo (5 militares cada una) y debían realizar un segundo transporte de tropas.

Antes de salir, el capitán David Guitard, al mando del helicóptero que se estrelló, explicó los detalles del viaje: la ruta era conocida, volarían dejando la carretera a la izquierda, no irían en formación pero mantendrían contacto visual, volarían a una altura entre 50 y 60 pies del suelo y a una velocidad máxima de 230 kilómetros/hora. El capitán calificó la amenaza potencial como de "grado medio".

El primer helicóptero volaba unos 500 metros por delante. Detrás, a la izquierda, iba el ET-659. Habían recorrido unos 21 kilómetros en dirección sur cuando el segundo helicóptero avistó fuego y humo en su dirección de vuelo y realizó una maniobra llamada flare , que consiste en levantar el morro bruscamente y bajar la potencia. Giró bruscamente hacia la izquierda, ya que el piloto supuso que su compañero había sido abatido, pero se fue al suelo y quedó encajonado en un barranco, con las palas destrozadas y el rotor trasero partido. Cuatro soldados resultaron heridos leves.

Los ocupantes de este helicóptero salieron al exterior y vieron que el primer Cougar estaba ardiendo en el suelo, a unos 200 metros. Entonces, un soldado disparó varias veces al aire al ver a dos personas con túnicas que corrían por el campo. Estos afganos fueron retenidos junto a otros tres que iban en una moto.

LAS CAUSAS ¿Por qué se cayó el primer helicóptero? Según el informe inicial que utilizó Bono (faltan dos más), el aparato llevaba viento de cola de 20 nudos, con rachas de 35 (de 37 a 63 kilómetros/hora), cuando sobrepasó una colina. "Al descrestar y seguir la marcha en el sentido del viento, sin tocar las potencias de la nave, por el efecto venturi , el helicóptero tiende a descender", relató Bono. Entonces, el Cougar, que volaba a baja altura, impactó con el suelo y perdió el control. A partir de ahí, se desplazó 50 o 60 metros, perdiendo parte de su estructura, fuselaje y combustible, hasta incendiarse y estallar. "Posiblemente, con lo primero que impacta en el terreno es con el tren delantero, posteriormente con el tren trasero y con toda la panza".

Bono atribuyó la hipótesis inicial de un ataque a la primera evaluación de las fotografías de la zona que realizó el Estado Mayor de la Defensa, así como a algunos testimonios de los soldados que iban en el segundo helicóptero. Sobre el mulá Dadullah-Lang, que reivindicó el derribo, el ministro dijo que "ese individuo, además de sus escasas cualidades morales, no goza de credibilidad ni entre su gente".

El ministro defendió la profesionalidad y experiencia de los pilotos y descartó un choque entre ambos aparatos. Leyó los párrafos del informe que niegan "una evidencia apreciable" de un posible ataque. También aportó testimonios del otro helicóptero sobre "las condiciones ambientales de fuerte viento racheado en cola y elevada temperatura que añaden dificultad a un vuelo a muy baja cota".

RELEVO EN BOSNIA Mientras, 80 militares salieron ayer de Zaragoza hacia Mostar para apoyar, durante cuatro meses y medio, al contingente español en la zona. Los soldados forman parte de unidades de logística, y su misión es ayudar a militares, ONG y personal civil que lo solicite.