El presidente del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, pidió ayer, en el solemne acto de apertura del año judicial, que la doctrina que emite el alto tribunal sea vinculante para los jueces y evitar así que se dicten sentencias contradictorias. Hernando recordó que las decisiones del Supremo tienen "efectos en todo el territorio nacional".

Así, reivindicó el papel del alto tribunal para "pronunciarse con eficacia y autoridad" para unificar el Derecho "generado por el Estado", con independencia "de cuál sea el reparto de funciones que se establezcan en tribunales superiores de justicia" autonómicos.

Esas palabras fueron interpretadas por algunos de los asistentes al acto de apertura como una crítica velada a la reforma judicial que promueve el Gobierno socialista. Esa reforma contempla que los tribunales superiores de justicia resuelvan los recursos que se presenten contras las resoluciones dictadas por las audiencias provinciales de su comunidad. Por tanto, reserva al Supremo el papel de unificador de doctrina. Sin embargo, Hernando reivindicó la primacía del Supremo frente a los demás tribunales.