El hijo de un comisario de policía, Diego Sánchez Burria, admitió ayer, en la primera sesión del juicio que se celebra contra los miembros del comando Barcelona que mataron a Ernest Lluch, al guardia municipal José Miguel Gervilla y a los concejales del PP Francisco Cano y José Luis Ruiz Casado, que fue captado por Fernando García Jodra cuando paseaba a su perro en un parque. La misma versión ofreció Jodra.

Esta declaración sorprendió al fiscal Jesús Caballero. Por ello, le pidió que concretara cómo se produjo el encuentro tras manifestarle su incredulidad por el hecho de que fuera seleccionado en una ciudad de más de tres millones de habitantes por un miembro de ETA cuando sacaba a pasear a su perro.

Sánchez Burria no quiso dar más datos. Dijo que Jodra se le presentó como Jesús y que, tras decirle que era terrorista, le propuso realizar informaciones para el comando. Por su parte, Jodra explicó que Marina Bernardó --que se encuentra huida-- identificó al hijo del policía y le indicó dónde localizarle.

OFERTA ACEPTADA

El hijo del policía admitió que, tras superar sus dudas, aceptó comprobar datos sobre un concejal del PP en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), sobre un militar y una matrícula. Sin embargo, esos trabajos no llegaron a concretarse. Por ello, los miembros del comando le pidieron que les ayudara a buscar una casa para Liarne Arméndariz. Sánchez Burria es amigo del también procesado Daniel Morell, dueño de un edificio en Barcelona. Según el hijo del policía, su apoyo al comando se limitó a esa gestión.

En su declaración policial admitió haber hecho seguimientos para el comando, como el de la mujer del candidato del PP a la Generalitat de Cataluña, Josep Piqué, ginecóloga en la maternidad donde él trabajaba de celador.

La nueva versión de Sánchez Burria tiene por objeto exculpar a Zigor Larrendonda, que según el fiscal fue el encargado de contactar con los colaboradores. Jodra negó que ese procesado ayudara al comando.

LOS OTROS INCULPADOS

Sobre los otros acusados, los terroristas dijeron haber conocido a Laura Riera en la cárcel. Y que no conocían a Morell. Jodra explicó que Purificación Ródenas y Josep Tamboleo no sabían que él era de ETA cuando se escondió en sus casas tras la detención de Arméndariz y José Ignacio Krutxaga en enero del 2001.