Juan José Ibarretxe avisó ayer de que la voluntad de la sociedad vasca prevalecerá sobre la que expresen las Cortes españolas. El lendakari reclamó, no obstante, al presidente del Gobierno que acepte una negociación sobre su proyecto soberanista porque no se puede resolver el conflicto vasco "a tortas". Ibarretxe insistió en que su plan será sometido a referendo y, por primera vez, definió que la consulta se hará cuando haya una tregua de ETA que se considere definitiva.

La voluntad de los vascos no puede ser sustituida por ninguna otra, "ni la del Congreso ni la del PSOE ni la del PP", advirtió el lendakari. "A la voluntad de la sociedad vasca no la sustituye ninguna otra voluntad porque es irreproducible, sólo puede ser manifestada por los que aquí vivimos y trabajamos, hayamos nacido donde hayamos nacido", remarcó. También insistió en que su propuesta cuenta con "total legitimidad", pese a haber sido aprobada gracias al apoyo de Batasuna. "Cada uno es responsable de sus votos", afirmó.

"ABIERTA Y FLEXIBLE" Un día después de que Rodríguez Zapatero dejara claro que le recibiría para explicarle que su plan no va a prosperar, Ibarretxe compareció ante los periodistas para reclamar al presidente del Gobierno que negocie sobre la base de su propuesta soberanista que es, dijo, "abierta y flexible".

El lendakari sostuvo que una negativa a negociar por parte de Zapatero le recordaría "tiempos pasados", en referencia a los gobiernos de Aznar, y añadió que debería explicar en ese caso a la sociedad vasca y española por qué se cierra el diálogo. Por el contrario, apostó por negociar "las horas que haga falta".

"Si no estamos dispuestos a abrir un proceso negociador, ¿esto cómo lo solucionamos? ¿A tortas? Ese no es el camino", dijo. Como tampoco lo es, añadió, una posible suspensión de la autonomía vasca, utilizando el artículo 155 de la Constitución, que algunos dirigentes del PP proponen de momento en privado. "Ese camino no lleva a ninguna parte", insistió Ibarretxe.

El lendakari confió en que, "tras los primeros momentos de nerviosismo", todos "entremos en razón" y la propuesta no tenga ningún problema en su tramitación ni en su negociación. A su juicio, ni siquiera las elecciones autonómicas de mayo serán un obstáculo. Otorgó a la cita electoral el valor de "una fotografía en un momento determinado, pero el proyecto, la negociación seguirá el día anterior a las elecciones y al día siguiente".

El jefe del Ejecutivo vasco reiteró su promesa de someter su plan a referendo en Euskadi "en ausencia de violencia". Y, como novedad respecto a la posición que viene manteniendo en los últimos meses, detalló qué entiende por ausencia de violencia: "Una tregua de ETA que sea valorada de manera definitiva por parte de los propios partidos políticos". También subrayó que espera que ese referendo sea aprobado de forma separada por las tres provincias vascas, y con un porcentaje de apoyo superior al que obtuvo el Estatuto de Autonomía de Gernika (en conjunto, el apoyo en referendo fue del 94%, aunque la abstención fue tan elevada que los representarían el 53% del total).

COMPRENSION ESPAÑOLA El debate debe centrarse, concluyó, en hallar "un acomodo democrático a las decisiones de la sociedad y de las instituciones vascas". En su opinión, por encima de las "reacciones airadas" de algunos políticos "hay una inmensa mayoría de españoles que entienden que el futuro de Euskadi nos corresponde decirlo a los vascos, eso sí, sin violencia y sin exclusiones".