El plan Ibarretxe está en el congelador. El PNV y sus socios de Eusko Alkartasuna (EA) y Ezker Batua (EB) han decidido negociar con los socialistas para facilitar la investidura de Juan José Ibarretxe como lendakari.

Sin poner en cuestión el compromiso de "profundizar" en el autogobierno, la propuesta que Ibarretxe defenderá en el debate de investidura del día 22 será lo suficientemente abierta como para que no se pueda identificar con el plan soberanista rechazado el 1 de febrero en el Congreso de los Diputados, lo cual podría permitir al PSE retirar la candidatura de Patxi López y facilitar así que Ibarretxe vuelva a presidir el Gobierno vasco.

Tanto el PNV como EA reiteran el "valor" del acuerdo alcanzado el pasado diciembre en la Cámara de Vitoria, donde el plan Ibarretxe fue aprobado con 39 votos. No obstante, confirman su disposición a explorar un nuevo pacto y a implicar al PSE.

Aunque la discreción rodea las conversaciones de PNV, EA y EB, fuentes próximas a la negociación apuntan que el acuerdo de gobernabilidad incluirá la apertura de un nuevo diálogo entre los partidos sobre el autogobierno vasco. De momento sólo ha trascendido que PNV, EA y EB tienen "bastante maduro" el acuerdo y que la intención de los tres partidos es "visualizar" su entendimiento antes de la sesión del día 22. Tratarían así de transmitir a la opinión pública que son 32 los diputados que respaldan la candidatura de Ibarretxe (22 de PNV, 7 de EA y 3 de EB) en torno a un programa cerrado, para el que habrían buscado además el apoyo de la única parlamentaria de Aralar (escisión de Batasuna que sí condena a ETA).

El tripartito quiere minar así la imagen del aspirante socialista Patxi López que, de salida, sólo contará con el respaldo de sus 18 diputados. El portavoz el PP, Leopoldo Barreda, confirmó ayer que su grupo no presentará candidatura. Los populares mantendrán la incógnita de si apoyarán o no a López con la excusa de que aún no tienen "elementos de juicio", aunque lo más seguro es que sus 15 diputados no apoyen al candidato socialista. También se mantuvo enigmático el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK).