El presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Fernando Ruiz Piñeiro, tiene al Gobierno vasco en contra. La portavoz del Ejecutivo, Miren Azkarate (PNV), confirmó que este trasladará al Consejo General del Poder Judicial su oposición a que renueve el cargo si, en febrero, opta a la reelección. También rechazará la eventual candidatura de los miembros de la Sala de lo Civil y Penal que durante la investigación del caso Ibarretxe defendieron el procesamiento del lendakari, de los socialistas Patxi López y Rodolfo Ares y de dirigentes de Batasuna.

El archivo de la causa el lunes, al estimar el tribunal que no existía una "acusación legítima" para celebrar el juicio, ha precipitado la delicada situación de Ruiz Piñeiro. Y es que el presidente del Superior, en colaboración con el portavoz de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura, el juez Antonio García, confirmó todas las posiciones del Foro de Ermua y del juez, Roberto Saiz, favorables a la imputación del lendakari y a la apertura del juicio.

Hace más de un año, el Gobierno vasco aseguró que sentar a Ibarretxe en el banquillo no saldría "gratis". Ahora señala a Ruiz Piñeiro para asegurar que no pedirá su dimisión, pero que pondrá "todos los medios" para evitar que se mantenga.

Esta declaración de hostilidades se completó con sendas intervenciones en la misma línea del presidente del PNV y de Javier Madrazo, coordinador general de Ezker Batua (marca vasca de Izquierda Unida). Iñigo Urkullu aseguró que el poder judicial debería pedir "responsabilidades" a Ruiz Piñeiro y Madrazo recalcó que el presidente del Superior "carece de legitimidad" para seguir en el cargo por alentar una causa con fines políticos.

La plaza de presidente del Superior todavía no ha sido anunciada en el BOE y Ruiz Piñeiro no ha confirmado aún que vaya a presentarse a la reelección, aunque sí ha declarado que "lo habitual" son dos mandatos. En todo caso, desde medios próximos a la presidencia se aseguró ayer que la beligerante posición del Gobierno vasco no influirá en la decisión porque, "además, no se trata de nada nuevo".

De hecho, precisaron que Piñeiro interpretó en enero del 2007 que la manifestación convocada por el tripartito en defensa de Ibarretxe y de la instituciones fue, en realidad, una manifestación en su contra.

INCERTIDUMBRE Azkarate y Urkullu consideraron posible que el Supremo, tal y como ocurrió con el caso Atutxa , enmiende la decisión del tribunal vasco. Ambos políticos lamentaron la "incertidumbre" que se cierne sobre el caso, pero descartaron que se pueda abrir de nuevo el proceso contra el diálogo político.