Juan José Ibarretxe va a contar en el futuro con la ilegal Batasuna. Se comprometió a ello ante los 12.000 seguidores que participaron en el acto más multitudinario de la coalición, ayer en Barakaldo. Eufórico ante el cálido recibimiento, anunció que el día 18 llamará a todos los partidos, "incluida Batasuna" para plantear un proceso negociador que "desemboque en una solución política para esta sociedad".

El desafiante anuncio se acompañó de otro compromiso. El de llamar también el mismo día 18 a José Luis Rodríguez Zapatero con el objetivo de "abrir la negociación" entre las instituciones vascas y españolas.

Los aplausos atronadores, entre ikurriñas y gritos de ánimo al lendakari, llevaron a Ibarretxe a precisar que cuando pide el voto no es para el día 17, sino para el 18. Lo que quiere es "fuerza para negociar y para arreglar".

ALARDE DE CONVOCATORIA Y lo que hizo la coalición nacionalista fue una demostración de fuerza al atreverse con un escenario, el de la nueva feria de muestras, que está pensado para los grandes espectáculos. Un público entregado, entre el que se encontraban las planas mayores de los dos partidos coligados, incluidos los exlendakaris Carlos Garaikoetxea (EA) y José Antonio Ardanza (PNV), escuchó de buen grado a Ibarretxe cuando sentenció que PNV y EA son "la columna vertebral" de Euskadi, el único proyecto que representa "la centralidad" y que será capaz de lograr que se abra un "proceso negociador" entre Euskadi y el Gobierno central que culminará en la consulta ciudadana, tanto si hay acuerdo como si no.

El candidato quiso rendir un homenaje a Juan María Atutxa por la defensa que él y los miembros de la mesa del Parlamento Gorka Knörr y Kontxi Bilbao han hecho "de la dignidad de las instituciones vascas" al negarse a desposeer a los diputados de Batasuna de su condición, como exigía el Supremo. Defendió la dignidad de PNV y EA como "demócratas y aberzales" que no admiten la violencia "de ETA ni de nadie" y que defienden "el derecho de los vascos a decidir".

NO SON DE FIAR Ibarretxe se mantuvo fiel a su guión, el que le indica la conveniencia de hablar de lo suyo y apenas aludir a los demás, aunque sí aprovechó para sentenciar que el PP y el PSE no pueden dirigir Euskadi porque "no creen en este país".

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, cargó contra sus adversarios. "No son de fiar", advirtió al arremeter contra Zapatero por tener "la cara" de prometer un nuevo Estatuto cuando "ha sido incapaz" de transferir una sola competencia.