Hoy se desvela el misterio. Un mes después de que Juan José Ibarretxe confirmase su intención de presentar en el Parlamento vasco una iniciativa política que abra paso a un referendo popular en Euskadi, el lendakari formulará su propuesta para lograr dos objetivos: liderar la nueva ofensiva por el derecho a decidir y cohesionar el tripartito tras un verano de desencuentros entre los socios.

El Partido Nacionalista Vasco (PNV), Eusko Alkartasuna (EA) y Ezker Batua (EB) aparcarán hoy sus diferencias para cerrar filas en torno al lendakari Juan José Ibarretxe, que se presentará como promotor del diálogo para recuperar el protagonismo que ha estado perdiendo durante los meses de la tregua etarra.

El propio lendakari se ha encargado de alimentar la expectación sobre el contenido de su discurso en la apertura oficial del curso parlamentario, que se produce apenas unas horas después de que se aprobase en el Congreso de los Diputados, con la abstención del PP, la ley de cupo, que es capital para la autonomía financiera vasca.

Ibarretxe anunció el pasado 30 de agosto que estaba dispuesto a cumplir los compromisos recogidos en el programa de Gobierno y "dar la palabra al pueblo" con o sin atentados de la banda terrorista. Fuentes de la Presidencia del Gobierno vasco han admitido a este periódico que Ibarretxe dará "un pasito más", pero descartan que precise la fecha para una eventual consulta ciudadana. Se espera que concrete la fórmula para un diálogo en el que las fuerzas políticas deberían marcarse un plazo para alcanzar un acuerdo sobre la "normalización política", término con el que se alude a un nuevo pacto con el Estado sobre el futuro autogobierno.

Socialistas y populares han adelantado su escepticismo. El PP está decidido a mantener su abierta confrontación con los nacionalistas y la dirección del PSE no oculta su temor a que Ibarretxe radicalice su mensaje.