El lendakari Juan José Ibarretxe aprovechó ayer la fiesta del PNV, el Alderdi Eguna (Día del partido), para resucitar su plan soberanista, para dejar claro que "nunca" habrá solución al problema vasco si no se reconoce el derecho de autodeterminación y que el conflicto de Euskadi con España no es sólo consecuencia de ETA, sino que es político y previo a la banda terrorista.

El lendakari reiteró que Euskadi "no es una parte subordinada de España" y que ligar el problema político a la violencia es "engañar" porque el "contencioso" existe desde antes de nacer ETA.

Sin mención alguna al atentado de ETA en Avila, reclamó a la banda que abandone la violencia "de una vez y para siempre" y deje decidir a los partidos vascos. Recalcó que para avanzar será necesario "un reconocimiento del dolor causado" y demandó también el "acercamiento" de los presos de ETA a Euskadi.

Ibarretxe también anunció que llevará su plan soberanista a la mesa de partidos que pretende crear con presencia de todas las fuerzas políticas, incluida Batasuna. Pese a que los resultados electorales de abril no revalidaron "la marea" de votos que Ibarretxe pedía para respaldar su plan (la coalición nacionalista perdió 140.000 votos), el lendakari rescató la propuesta en la cita anual de miles de afiliados peneuvistas en Foronda (Alava).

Con un público entregado, volvió a proponer su plan para que Euskadi sea "una nación libre asociada" a España como fórmula para la "normalización política". Aventuró que mientras no haya una "mayoría mayor" que apoye otro plan de autogobierno, el aprobado en diciembre en el Parlamento vasco gracias a los votos de Batasuna "será el "único proyecto político" a discutir. Además, renovó su compromiso de convocar una "consulta popular" sobre el acuerdo al que lleguen los partidos en la mesa que quiere crear.

IMAZ PREDICA PRAGMATISMO El mensaje más radical de Ibarretxe contrastó con el pragmatismo de Josu Jon Imaz. El presidente del PNV quiso poner calma en las revueltas aguas peneuvistas --en las que el sector independentista de Joseba Egibar se enfrenta al soberanista de Imaz-- y aclaró que el objetivo sigue siendo "construir la nación vasca", pero "combinando los principios con las necesidades que el momento y la sociedad reclaman".

Imaz rechazó la acusación de "tibios" que les dedica Batasuna y dijo que "no hay nación vasca con una ciudadanía dividida". Así, precisó que el PNV se va a "emplear hasta el límite" por un acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas para que "Euskadi viva y tenga futuro".

A un mes del juicio a Juan María Atutxa, expresidente del Parlamento vasco, por desobediencia al Tribunal Supremo al no disolver al grupo de Batasuna, Imaz le rindió homenaje. También declaró su apoyo a los ediles amenazados.